La Agencia Europea de Medio Ambiente afirma que en 2080 no habrá inviernos
La actividades humanas son la causa de la mayor parte del calentamiento global
Los efectos del cambio climático se pueden observar ya en Europa en forma de tormentas, inundaciones, sequías y "otras condiciones meteorológicas extremas, cada vez más frecuentes y económicamente gravosas", aunque este fenómeno, y sobre todo el calentamiento de la atmósfera que conlleva, afectan especialmente a la Península Ibérica y Rusia occidental, según las conclusiones de un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) hecho público hoy.
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El informe indica que la temperatura se ha incrementado en 0,95 grados en Europa en los últimos 100 años, por encima de la media mundial, y advierte que este fenómeno de calentamiento ha sido mayor en la Península Ibérica y Rusia occidental, que seguirán con esta tendencia durante los próximos años junto con otros países del sur de Europa como Grecia o Italia.
Según los escenarios que dibujan los autores del estudio, los inviernos fríos, de los que sólo hay uno cada diez años desde 1960, serán cada vez menos frecuentes y desaparecerán por completo en 2080. A partir de entonces, los veranos serán una media de un 10 por ciento más cálidos que los actuales en gran parte de Europa, en un proceso que se dejará sentir antes en España que en el resto del continente.
ANÁLISIS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL
El estudio analiza el impacto del calentamiento global a través de 22 indicadores que cubren categorías como la atmósfera, los glaciares, los sistemas marinos, la biodiversidad, el agua, la agricultura, la economía o la salud humana.
Desde 1980, casi dos de cada tres catástrofes en Europa se han atribuido a inundaciones, sequías u olas de calor. La media anual de estos desastres meteorológicos se ha duplicado en la década de los noventa en comparación con la década anterior, y también las pérdidas económicas causadas por estos sucesos, que alcanzan los 11.000 millones de euros anuales.
EFECTOS POSITIVOS
El estudio señala no obstante algunos efectos positivos del cambio climático, en particular para la agricultura del norte de Europa, que podría beneficiarse de un aumento limitado de las temperaturas. Pero en el sur, los cultivos se verían amenazados por la escasez de agua y por las condiciones metereológicas extremas, por lo que los efectos positivos dependerán en gran medida de la capacidad de la agricultura para adaptarse al cambio climático.
La mayor parte del calentamiento global de los últimos años ha sido causada, explica la AEMA, por actividades humanas, en particular las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor, como el dióxido de carbono (CO2) procedente de la quema de combustibles fósiles.