Los libreros de la Feria de Valladolid cerraron por la presencia de una caseta pro nazi
Reabrieron después de no hallar en la Librería Europa ningún libro que hiciera apología nazi
La 37 Feria del Libro de Valladolid, que hoy homenajeó al historiador Julio Valdeón, ha comenzado con polémica al negarse esta mañana los libreros participantes a abrir sus casetas en protesta por la presencia de una librería que vendía obras de ideología nazi.
El cierre fue promovido por el presidente del Gremio de Libreros de Valladolid, Enrique Señorans, y uno de sus miembros, Miguel Sandoval, quienes advirtieron la presencia de la Librería Europa, domiciliada en Barcelona y denunciada por presunta apología nazi, lo que pusieron en conocimiento de la organización.
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El director de la Feria, Agustín García Simón, convocó una reunión urgente a la que asistieron una decena de profesionales para tratar de buscar una solución al cierre masivo, secundado por todas las firmas del certamen excepto la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid, organizadoras del mismo.
La reunión fue desconvocada al coincidir con el homenaje a Julio Valdeón, al término del cual fue retomada. Ante la denuncia de los libreros, la dirección de la Feria junto a la Policía Local revisó el stand de la polémica. Al no hallar libros que realizaran apología del nazismo, el resto de puestos no tuvieron otro remedio que reabrir.
Señorans afirmó que aunque los libros no constituyan un delito en sí mismos, si no media una denuncia resuelta en este sentido, sí se puede reprochar moralmente "la presunta simbología y apología del genocidio y una serie de valores que perviven gracias a nuestro sistema democrático".
El presidente del Gremio de Libreros de Valladolid denunció la existencia de "nazis reciclados, camuflados bajo una apariencia diferente", cuya presencia en el recinto ferial consideró "un error evidente y comprensible porque no vamos a desnudar a cada librero para ver què traen".
Recordó que la Librería Europa ya estuvo cerrada en Barcelona durante un tiempo por esta razón, que trasladó su venta a internet y que incluso el Gremio de Libreros de Madrid tuvo que modificar sus estatutos para impedir su asistencia a la feria de la capital de España.
El escritor Gustavo Martín Garzo, que asistió al homenaje a Valdeón, mostró su "solidaridad absoluta" con la decisión de los libreros de "no compartir su espacio con gente que defiende ideas terribles, atroces, porque no olvidemos que el nazismo fue uno de los periodos más lamentables de la humanidad".