Una nave hipersónica rompe el récord de velocidad al alcanzar los 7.700 kilómetros por hora
El avión X-43 vuela siete veces por encima de la velocidad del sonido
El avión experimental no tripulado X-43 ha roto el récord de velocidad para un motor de propulsión atmosférica al volar brevemente a 7.700 kilómetros por hora o siete veces por encima de la velocidad del sonido, ha informado la NASA.
El pequeño prototipo, un híbrido que es avión y nave espacial a la vez, fue lanzado el sábado - madrugada en España- desde un bombardero B-52 modificado, se elevó a una altitud de 30.000 metros con la ayuda de un cohete auxiliar y posteriormente voló autónomamente durante 10 segundos.
Más información
Después de esa prueba de 10 segundos, el X-43 se deslizó por la atmósfera con una serie de maniobras aerodinámicas durante unos seis minutos, antes de caer en el Océano Pacífico.
"Es un éxito, todo marchó como estaba previsto", ha indicado la portavoz de la NASA, Leslie William. "Es la primera vez que logramos separar dos vehículos volando a Mach 7. El motor atmosférico voló como estaba planeado durante 10 segundos a velocidad hipersónica", ha explicado, "por lo que todo ha sido un éxito".
El experimento forma parte de los esfuerzos de la NASA para diseñar y construir una nave que supere la fuerza de gravedad de la Tierra, alcanzando una velocidad de 40.000 kilómetros por hora, o "velocidad de escape".
Un aparato tal sería la alternativa a los transbordadores espaciales, que han cumplido una etapa importante en la construcción de una estación orbital internacional a 395 kilómetros de la Tierra, y desempeñaría un papel importante en el proyecto anunciado por el presidente George W. Bush para transportar al ser humano a Marte.
En el tipo de motor hipersónico, conocido como "traga aire" y utilizado en esta prueba, el oxígeno de la atmósfera se introduce a gran presión en la cámara de combustión, donde se entremezcla con el combustible y hace ignición espontánea.
Para que el proceso funcione, el avión debe desplazarse a cinco veces la velocidad del sonido y, por ello, necesita de un cohete convencional para comenzar la aceleración.