Las pistas del caso Carabantes
Desde la aparición del cadáver de Sonia Carabantes el pasado 19 de agosto, la investigación ha ido recabando distintas pistas. Algunas han sido tan sorprendentes y determinantes como la relación con el caso Wanninkhof, establecida gracias a restos de ADN encontrados en los escenarios de ambos crímenes.
MUERTE EN COÍN
Sonia Carabantes, de 17 años, desapareció el 14 de agosto cuando regresaba de la feria de su pueblo y se dirigía a su casa. Tras intensos días de búsqueda, apareció el día 19 muerta, semienterrada bajo grandes piedras en una zona arbolada de la localidad de Monda, tras seis días de batida por la zona.
ESTRANGULADA
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Sonia Carabantes murió estrangulada y recibió un fuerte golpe en la cara. Así lo revela el informe forense. Los investigadores del asesinato de la joven creen que más de una persona está relacionada con el caso.
Los investigadores del asesinato de Sonia Carabantes, vinculan su muerte con la de Rocío Wanninkhof. Varias pruebas de ADN vinculan ambas muertes con lo que la investigación del caso de Sonia Carabantes ha dado así un giro inesperado. Entre las muestras obtenidas del cadáver de Sonia, de 17 años, figuraban algunas tomadas de restos de piel en sus uñas. Además, se añaden las muestras de una colilla encontrada en el lugar. Todas coinciden con las pruebas extraídas de otro cigarrillo encontrado durante la investigación del caso de la muerte de Rocío Wanninkhof hace ya cuatro años.
RESTOS DE SANGRE DEL ASESINO
El asesino de Sonia Carabantes se hirió durante el crimen y dejó rastros de sangre en el lugar donde fue hallado el cadáver de la joven, concretamente algunas gotas de sangre en una tulipa.
Las muestras de ADN encontradas en ambos casos son coincidentes y corresponden a un único varón. Además, no se han encontrado restos de ninguna otra persona en el lugar del crimen. Lla Guardia Civil decide revisar los archivos de sospechosos del crimen de Rocío que fueron descartados tras la detención de Dolores Vázquez.