Las pruebas de ADN vinculan las muertes de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof
El ADN fue localizado bajo una uña de Sonia y en una colilla encontrada cerca del lugar del fallecimiento de Rocío
Los investigadores del asesinato de la joven de 17 años de Coín, Sonia Carabantes, vinculan su muerte con la de Rocío Wanninkhof. Varias pruebas de ADN han vinculado ambas muertes con lo que la investigación del caso de Sonia Carabantes ha dado así un giro inesperado.
Entre las muestras obtenidas del cadáver de Sonia, de 17 años, figuraban algunas tomadas de restos de piel en sus uñas. Además, se añaden las muestras de una colilla encontrada en el lugar. Todas coinciden con las pruebas extraídas de otro cigarrillo encontrado durante la investigación del caso de la muerte de Rocío Wanninkhof hace ya cuatro años.
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La Guardia Civil precisa, no obstante, que "no se puede precisar qué tipo ni grado de implicación existe" mientras la investigación continúa bajo secreto de sumario, en tanto que esa vinculación ha causado sorpresa en el entorno de ambos casos.
El alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, consideró "preocupante" la vinculación entre las muestras de ADN tomadas al investigar la muerte de Sonia Carabantes, hallada muerta en Monda (Málaga), y las encontradas en el caso de Rocío.
Indicó que se trata de dos casos "diferentes" y que actualmente está "a la espera de acontecimientos", tras precisar que en la investigación de la muerte de Carabantes hay "más pruebas" que en la del caso Wanninkhof.
Además, la Cadena SER ha podido saber que Sonia Carabantes no fue agredida sexualmente como se creyó en un principio. La agresión sexual era la primera hipótesis de la investigación de su muerte.
Las localidades de Mijas, donde desapareció Rocío, y Coín, el pueblo de Sonia, se encuentran a 12 kilómetros de distancia.
UN CASO QUE CAUSÓ CONMOCIÓN EN MIJAS
Estas pruebas dejan en entredicho las hipótesis sobre el asesinato de Rocío, del que se culpó a Dolores Vázquez, una amiga de la familia Wanninkhof.
El cadáver Rocío Wanninkhof, de 19 años, apareció en Marbella en noviembre de 1999 después de tres semanas de intensa búsqueda y el caso originó una gran conmoción, al igual que ha sucedido ahora con Sonia.
La Audiencia de Málaga que declaró a la acusada culpable de un delito de asesinato por el que debería cumplir 15 años de condena. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la sentencia del jurado y ordenó la celebración de un nuevo juicio, al considerar que la decisión del jurado no había sido suficientemente motivada.
La familia Wanninkhof recurrió el fallo del TSJA y, desde entonces, Vázquez se encuentra vigilada por la policía a la espera de un nuevo juicio.
Dolores Vázquez, única acusada de la muerte de la joven Rocío Wanninkhof, está "desconcertada" tras conocer la noticia, según su abogado, Pedro Apalategui, quien afirmó que la vinculación entre las muestras de ADN "supondría la exculpación" de su cliente.
Alicia Hornos, madre de Rocío, aseguró que "alguien no quiere que se aclare el caso", ya que "siempre que va a ocurrir algo salta la liebre", dijo en alusión a la vinculación de ambos casos.
Apalategui está a la espera de que la relación entre las muertes de ambas jóvenes se le confirme oficialmente para pedir al jurado que esta prueba pericial se una al proceso que se sigue contra Vázquez para pedir el sobreseimiento.
Dijo que "si es verdad que aparece una colilla en un sitio y el mismo ADN está en las uñas de Sonia, está claro que esa persona habría intervenido" en ambos sucesos y añadió que la Fiscalía malagueña, que acusa a Dolores Vázquez de la muerte de Rocío Wanninkhof, "tendrá algo que decir".
DÍAS DE ANGUSTIA EN COÍN
Sonia Carabantes desapareció a principios de agosto cuando regresaba a su casa de la feria de su pueblo y a las pocas horas su madre encontró en las inmediaciones de su casa el móvil, el bolso y un zapato ensangrentado que pertenecía a la joven.
Entonces empezó una búsqueda que duró varios días hasta que una patrulla encontró el cuerpo semi enterrado y desnudo de la joven con una fuerte golpe en la cara. La investigación policial se centró en un principio en un grupo de jóvenes de la localidad. Los nervios estuvieron varios días a flor de piel en esta localidad malagueña en la que circulaban los nombres de varios sospechosos que finalmente no fueron detenidos
La madre de Rocío, Alicia Hornos, visitó recientemente a la familia de Sonia para trasladarles su pesar por el hallazgo del cadáver de su hija.
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Portavoz de toxicología: "La coincidencia entre el ADN encontrado en ambos casos es del 99,99%"