La OMS teme que la neumonía asiática reaparezca tras el verano
"La amenaza aún es latente para China y el resto del mundo"
Pekín
El representante en Pekín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Henk Bekedam, señaló hoy que existe la posibilidad de que se produzcan "rebrotes" de neumonía atípica tras el verano, según informa la agencia oficial Xinhua.
"Autoridades y población deben mantenerse alerta, la batalla contra el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) aún no ha terminado", señaló Bekedam. Estas declaraciones coinciden con la recuperación definitiva de los últimos dos enfermos afectados por la neumonía atípica en Pekín y que abandonaron el hospital de Ditan a los cien días de su ingreso.
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A este respecto, Bekedam apuntó que "se ha cerrado un capítulo muy importante en la lucha contra este virus, pero no debemos bajar la guardia. La amenaza aún es latente para China y el resto del mundo".
Los expertos ya predijeron en mayo pasado un posible resurgimiento de la enfermedad con la bajada de las temperaturas en septiembre, ya que el virus tolera mejor el frío que el calor. El representante de la OMS recordó que "los científicos aún no han descubierto un remedio efectivo contra esta enfermedad. No disponemos de un fármaco milagroso que nos garantice la inmunidad, por lo que la prevención se ha convertido en el arma más valiosa".
"De lo único que estamos seguros, es que habrá nuevas secuelas epidémicas similares al SRAG en el futuro", añadió, al tiempo que exhortó a las autoridades chinas a invertir más dinero en atención médica en el mundo rural.
El SRAG acabó con la vida de 350 personas en China -la mitad de ellas en Pekín (193)- y afectó a otras 5.327 entre los meses de noviembre y julio. Además, un total de 814 murieron y 8.469 cayeron enfermas víctimas de esta enfermedad en más de una treintena de países, repartidos por Asia, Europa y Amèrica.
La epidemia dejó al descubierto la falta de medios que aqueja al sistema sanitario y la tendencia al secretismo que caracteriza al funcionariado chino en casos de crisis. Según los expertos, el impacto del SRAG en la economía y la imagen internacional de China han sido menores de lo esperado, y tampoco han alcanzado los niveles de indignación que siguieron a la Matanza de Tiananmen (1989).