La Rioja encara la primavera con unas reservas de agua por encima del 90%

Logroño

Las precipitaciones en los primeros meses de este ejercicio, con una notable crecida del Ebro en febrero, han propiciado que la situación de las reservas de agua en La Rioja esté muy lejos de la situación de sequía hace un año, que causó problemas no solo en el campo sino también en otros ámbitos.

La comunidad encara la primara con unas reservas "por encima del 90% de la capacidad total de los embalses", de acuerdo a los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). De hecho, González Lacasa, entre Ortigosa y El Rasillo, en la cuenca del Iregua, está el 94,5%; Mansilla, el embalse de mayor capacidad, en el Alto Najerilla, supera el 90%. El nivel es inferior en el caso de González-Lacasa, entre Ortigosa y El Rasillo, aunque el pantano, también en el cuenca del Iregua, está lleno en casi tres cuartas partes (73%).

En todos los casos, los registros en estas tres infraestructuras hidráulicas de la región superan los niveles de media de los últimos cinco años.

La situación desigual en la cuenca del Ebro: de los desembalses en el Pirineo a la alerta del río Huerva

Situación desigual en la cuenca

La situación de la cuenca del Ebro es de "normalidad", de acuerdo al jefe de explotación de la CHE, Mario Carrerras, con unas reservas que alcanzan los 5.500 hectómetros cúbicos, una cifra que supone el 72% de la capacidad total y en línea "con el promedio de los últimos cinco años.

No obstante, el escenario general cambia notablemente al detenerse en los detalles de algunas zonas. Es el caso de los Pirineos, donde se está desembalsando agua, mientras la margen derecha en Aragón y en el Bajo Ebro, a excepción del embalse de Mequinenza, continúan en una situación de alerta.

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Todo ello a la espera del régimen de precipitaciones en primavera, con un primera capítulo, en Semana Santa, que anticipa más lluvias, acompañadas de viento y nieve en las zonas de montaña.

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