Galaxia Food: la inteligencia artificial abre una nueva dimensión en la industria alimentaria

Logroño

La inteligencia artificial está en boga en estos momentos y en la mayoría de ámbitos del conocimiento. La industria agroalimentaria no es ajena a este movimiento y, por ello, el segundo capítulo de Galaxia Food se detiene con detalle en sus consecuencias. Esta tecnología puede llevar a otra dimensión a un sector que en España factura cerca de 140.000 millones de euros al año, alrededor del 10% del Producto Interior Bruto, y da empleo a más de 440.000 personas, de acuerdo a los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Un campo del conocimiento crucial para afrontar algunos de los principales retos del sector: hacer alimentos más saludables y sabrosos, al tiempo que más sostenibles y accesibles a todos los bolsillos. Un sector que vive ya una auténtica revolución y que puede alcanzar límites insospechados de la mano de máquinas y equipos que sacan el mayor partido de nuestros datos, costumbres y hábitos de consumo.

Galaxia Food

Los primeros antecedentes de la industria alimentaria ligados a la inteligencia artificial tienen un nombre propio: Chef Watson. Una invención de IBM capaz de jugar al ajedrez, pero también de ofrecer una amplia paleta de maridajes de nuevos sabores. Más reciente es Chat GTP, cuyo impacto también llega a la alimentación y la gastronomía para ofrecer a los consumidores un montón de recetas y propuestas.

Pero el principal avance de la aplicación de la inteligencia artificial a la industria alimentaria es que "permite optimizar todas las operaciones de la cadena de suministro, catalizando el desarrollo de productos y creando opciones alimentarias nutritivas, saludables y sostenibles adaptadas a la demanda del consumidor", como asegura la divulgadora en Food Tech, Beatriz Romanos.

Del campo a la mesa

Tal es su eficacia que, en la actualidad, es capaz de anticipar las plagas en los cultivos o determinar cuál es el momento óptimo para recoger las cosechas "con gran nivel de eficacia", según matiza el responsable de la firma Spectral Geo, Carlos Tarragona.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ampliar

Cerrar

"La inteligencia artificial es considerada como la electricidad del siglo XXI", sostiene Romanos, por el impacto de la aplicación de esta innovación. De hecho, otro de los ejemplos singulares tiene que ver con el mundo del vino. El proyecto DTWINE, impulsado por el CSIC con la colaboración del Instituto de Investigaciones Marinas, la bodega Ramón Bilbao y la pyme INCONEF, aplica la tecnología de los gemelos digitales para conseguir elaborar unos vinos más sostenible y responder a las nuevas tendencias de consumo de vinos con menor graduación alcohólica y perfiles aromáticos más ricos.

Una tecnología de última generación que también favorece ajustar la demanda a la oferta en la cadena de suministro. Una innovación con grandes beneficios para los establecimientos del sector de la hostelería, bares, cafeterías y restaurantes, que permite reducir los excedentes que acaban en la basura y, por tanto, los gastos. No en vano, la materia prima en este canal supone un tercio de los costes, de acuerdo a los datos del sector.

Ampliar

Cerrar

Consumidores

La inteligencia artificial también aporta muchas ventajas para profundizar en los hábitos de los consumidores y anticipar sus comportamientos, tendencias o estilos de vida. Un avance de gran relevancia ya que el 80% de los nuevos productos que se lanzan al mercado acaban retirándose del mercado.

Innovar más, mejor y más rápidos. Estas son algunos de los beneficios que aporta la inteligencia artificial. Los ejemplos son múltiples en la industria alimentaria. Uno de ellos tiene que ver con la startup chilena NotCo, que ha desarrollado el algoritmo, bautizado con el nombre de Guiseppe, para mapear las características de millares de vegetales y moléculas de planta y detallar sus aportaciones en términos de sabor, aroma o textura para la elaboración de nuevos alimentos y productos.

La inteligencia artificial no solo es un asunto que concierne solo a empresas tecnológicas o startup sino que también la industria tradicional se está adentrando en esta nueva dimensión. Es el caso de Coca Cola 3000, el nuevo sabor Zero Azúcar de edición limitada de su plataforma de innovación Coca-Cola Creations. Pero la lista no acaba aquí y también se han sumado otras firmas como Campbell’s, Starbucks, Nestlé, Beyond Meat o Becks, con la primera cerveza creada con inteligencia artificial.

Un ecosistema, sin duda, apasionante que incumbe a todos y cada uno de los agentes que intervienen en la cadena alimentaria, desde los profesionales hasta los consumidores, desde el campo hasta la mesa.

Ampliar

Cerrar