La Sala Amós Salvador acoge hasta el 27 de agosto los archivos del fotógrafo y humanista Jorge Palomo Durán
‘Un fotógrafo inesperado’ recoge el retrato costumbrista de los Logroño y La Rioja de primera mitad de siglo pasado realizado por “un hombre del Renacimiento”
La Sala Amós Salvador acoge hasta el 27 de agosto los archivos del fotógrafo y humanista Jorge Palomo Durán
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Logroño
Se trata de una mirada única a La Rioja desaparecida de la primera mitad del siglo XX. La exposición muestra una obra que ha ha salido a la luz de forma reciente y que ahora cuenta con la difusión promovida desde el Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de La Rioja, a través de Cultural Rioja
Esta exposición en Amós incluye unas 160 imágenes (además de un catálogo de 300). Para el comisario de la muestra, el investigador, José Manuel Ramírez, se trata de “una exposición muy relevante en la que recuperamos una figura que hasta ahora no conocíamos; Jorge es polifacético, controvertido en momentos, pero un genio del Renacimiento, que dinamizó la vida de Logroño, era actor de teatro, miembro del Ateneo, fundador del club de los Rotarios, fue concejal y llegó a ocupar cargos importantes en la administración”.
Una exposición fruto de la casualidad y la generosidad
Nadie, ni siquiera él mismo, esperaba ya al fotógrafo Jorge Palomo Durán (Madrid, 1885-Logroño, 1942). Los archivos históricos, según explica Ramírez, “guardan recuerdo de los numerosos e importantes proyectos en los que intervino como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Las hemerotecas custodian a su vez reseñas de las actuaciones del que fuera director teatral e incluso cantante aficionado. Entidades tan diversas como el Aero Club Popular, el Ateneo Riojano, la Sociedad de Conciertos de Logroño, el Ayuntamiento de Logroño, la Asociación Libre de Defensa de la Propiedad Urbana Española o el Rotary Club de dicha ciudad, por ejemplo, mantienen en sus memorias las aportaciones de este polifacético personaje”.
Pero nadie, hasta hace muy poco, esperaba al fotógrafo Jorge Palomo Durán. La casualidad, como tantas veces ocurre, es crucial en esta historia. La azarosa aparición, con motivo de las obras que se estaban llevando a cabo en una vivienda, de dos cajas de madera con más de mil negativos estereoscópicos de cristal cada una, permitiría descubrir, hace apenas cuatro años, al inesperado y excepcional fotógrafo que habitaba dentro de este arrollador ingeniero, artista de elevado sentido estético y toque magistral. El hallazgo inicial se completó luego con la localización de otras tantas placas que permanecían en poder de la familia, lo que permitió la digitalización, catalogación y estudio de unos 4.500 negativos estereoscópicos de cristal de 45x107 mm.
La exposición Jorge Palomo Durán, un fotógrafo inesperado, “nos permite acceder a su vida familiar, centrada en su chalet Los Rosales, a las afueras de Logroño, donde compartía su existencia con su esposa Carmen Cadarso García de Jalón y sus siete hijas, donde revelaba también sus fotografías y cuidaba sus 200 variedades de rosales, origen y retorno de infatigables viajes”.