Huércanos se recupera del reguero de daños que deja la tromba de agua en La Rioja

Logroño

Marrón, completamente marrón. Así ha quedado Huércanos tras la intensa tormenta que azotó La Rioja en la tarde del 22 de junio. Un día que muchos vecinos de esta localidad, de 818 habitantes, tardarán en olvidar. "No había manera de que parara. Un mar de agua que no cesó hasta muy entrada la noche", asegura uno de sus paisanos, con escoba en mano, mientras trata de retirar el barro de su planta baja.

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Como él, muchos vecinos, que han salido a las calles para retirar los enseres inservibles y vaciar estos espacios (garajes, plantas bajas...) para poder limpiar en profundidad y eliminar el barro que ha inundado todos los rincones. La peor parte se la ha llevado el colegio, que ha quedado impracticable. Las clases se han suspendido ante "un auténtico tsunami" que ha roto cristales, destrozado mesas y sillas e inundado todas las estancias de este pequeño centro escolar.

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"Los pequeños están muy contentos", asegura Raúl, uno de sus maestros. De hecho, durante buena parte de la mañana han sustuido la pelota y el fútbol en el patio por los cepillos para ayudar a los agentes forestales a retirar el agua y el barro. "La pena", añade el docente, "es que no hemos podido celebrar la graduación de los más pequeños, prevista para esta jornada, ni entregarles las notas ni el material acumulado durante todo el año...".

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Asuntos que quedarán pendientes para otra ocasión porque los estudiantes viajarán el viernes a Tricio, una localidad cercana, para celebrar el último día del curso escolar con el resto de compañeros que conforma este Colegio Rural Agrupado Cuenca del Najerilla, donde también estudian niños de otros municipios como Alesanco, Arenzana, Camprovín · Hormilla , Tricio y Uruñuela.

"No es la primera vez"

La alerta naranja dejó en La Rioja el 21 de junio alrededor de 90 litros en dos tormentas en apenas dos horas en Huércanos. Otras localidades cercanas también sufrieron la descarga con furia del agua. Sin ir más lejos, Nájera, donde se registraron 60 litros, y Uruñuela. Un episodio que ha obligado al cierre al tráfico rodado de las carreteras LR-322 en Uruñuela y la LR-321 entre Huércanos y Cenicero.

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Pero en Huércanos aseguran que "esto no es la primera vez que ocurre". Eso sí, sus vecinos pensaban que las últimas mejoras acometidas hace unos años en las redes de agua les iba a impedir volver a ver "un episodio de esta magnitud". El agua y el barro se ha metido por todos los rincones, llevándose por delante coches y contenedores.

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Las labores de limpieza y desescombro van a continuar durante horas y será en los próximos días cuando se conozca una valoración más exacta de los daños ocasionados.