La vida en blanco y negro en los pueblos de La Rioja hace 100 años
Una exposición en San Román de Cameros, a través de las imágenes de Inocencio Ruiz Espinosa, el fotógrafo de Lumbreras, recupera la gente y el paisaje de principios del siglo XX
Exposición fotográfica 'Recordando a nuestros mayores', de Inocencio Ruiz Espinosa, en San Román de Cameros (06/04/2023)
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Logroño
La fotografía del cartel de esta exposición es toda una declaración de intenciones. Una cuadrilla de jóvenes, chicos y chicas, sentados en las escaleras de acceso a una casa, sonrientes, con ropa de domingo, parecen celebrar algún acontecimiento o festividad. Uno de ellos no pierde el tiempo mientras bebe vino del porrón sin dejar de mirar al objetivo. No en vano, las fotografías no se podían desperdiciar en aquel momento, sobre la década de los años veinte del siglo pasado, pues se trataba, sin duda, de un momento único e irrepetible. No había ni muchas cámaras y, menos aún, muchos fotógrafos.
Inocencio Ruiz Espinosa era uno de ellos. El fotógrafo de Lumbreras, le llamaban. Con la cámara en ristre y el ojo bien pegado al objetivo, se recorrió no solo todos los pueblos de los Cameros sino también el resto de localidades de las zonas de montaña de lo que hoy en día es La Rioja.
"Uno de los grandes fotógrafos de la época"
"Fue el fotógrafo de la sierra en La Rioja. El único fotógrafo profesional que durante más de medio siglo y de forma itinerante fotografió a la gente de nuestra comunidad autónoma. Forma parte de los grandes fotógrafos de la época, pero el único que tiene esa singularidad por la itinerancia y por haber hecho un registro magnífico de imágenes de las forma de vida tradicional en los Cameros, las sierras del Najerilla y en todos los lugares de montaña, en general".
Cartel de la exposición 'Recordando a nuestros mayores', con las imágenes del fotógrafo Inocencio Ruiz Espinosa sobre las gentes y los paisajes en La Rioja hace un siglo.
Cartel de la exposición 'Recordando a nuestros mayores', con las imágenes del fotógrafo Inocencio Ruiz Espinosa sobre las gentes y los paisajes en La Rioja hace un siglo.
Quien habla así es Urbano Espinosa, catedrático de Historia Antigua, hasta su jubilación, en la Universidad de La Rioja y rector entre 1994 y 2007, y nieto de Inocencio Ruiz Espinosa. Ahora, su descendiente se entrega con entusiasmo a la tarea de recopilar el trabajo de su abuelo.
"Una labor costosa, lenta y en la que hay que romper, en ocasiones, una cierta timidez a enseñar esas fotos, por su carácter afectivo y familiar, y convencer de que se tratan de documentos valiosos para la historia, para conocer las tradiciones y profundizar, así, en el conocimiento del pasado", añade.
Exposición hasta finales de abril
Un trabajo que ha dado sus primeros frutos -la tarea, claro está, es casi infinita- en forma de exposición en el Museo de las Escuelas de San Román de Cameros que se puede ver hasta finales de abril.
Un pastor cuida de sus ovejas en La Rioja a principios del siglo XX en una fotografía de Inocencio Ruiz Espinosa.
Un pastor cuida de sus ovejas en La Rioja a principios del siglo XX en una fotografía de Inocencio Ruiz Espinosa.
"Es una muestra muy interesante", reconoce María Sáenz, presidenta de la asociación cultural de amigos de esta pequeña localidad riojana, con apenas 125 habitantes censados. "Está despertando mucha curiosidad, en especial, entre los jóvenes, en especial, que se acercan con la intención de encontrar a sus antepasados y los parecidos razonables de abuelos o bisabuelos con sus padres o madres", insiste.
Semblanza de un fotógrafo de época
"En torno a 1910 empezó a aparecer por Lumbreras de Cameros un forastero que ejercía de modo ambulante el oficio de fotógrafo". Así empieza la semblanza de la revista 'Belezos' sobre este profesional, Inocencio Ruiz Espinosa, nacido en Camporredondo (Soria) en 1985.
"Andaba por los 25 años, era un buen comunicador con las gentes, poseía una inquietud rica en inquietudes, se interesaba por los avances del progreso y en su cabeza bullían ideas que anhelaba llevar a cabo con todo el empuje de la juventud", prosigue este texto escrito también -por quién si no- por su nieto.
