"He sentido el apoyo del club hasta el último día y sé que tengo mi casa en Calahorra"

La Rioja

Después de siete días difíciles "porque a nadie le agrada una destitución", Juan García se ha refugiado en su familia para superar el trago amargo que es siempre un cese para un entrenador. El CD Calahorra destituyó al técnico extremeño el pasado jueves después de la derrota del equipo frente al Amorebieta por 1-0. Un partido que terminó por sentenciar a un entrenador que horas antes de la disputa del encuentro tenía la sensación de que lo que ocurriese en Urritxe podría afectar directamente a su continuidad.

En ese juego de pequeños detalles llamado fútbol, Juan García se ha acordado de la ocasión de la que dispuso su equipo aquel día para empatar el encuentro en el último minuto. "Si la ocasión de Álex Arias hubiese entrado quizá seguiría entrenando todavía", aseguró el técnico en SER Deportivos La Rioja. En este tiempo, el extremeño mira hacia atrás con la satisfacción de que su equipo haya competido en prácticamente la totalidad de encuentros que ha dirigido en el banquillo.

En estos seis meses al frente de la nave calagurritana, Juan García lamenta especialmente la actuación de su equipo en dos jornadas. Una de ellas a domicilio y otra en La Planilla. Los encuentros ante Osasuna Promesas y La Nucía son dos de las espinitas que se lleva el técnico de su etapa en Calahorra. El extremeño ha mostrado su satisfacción por haber competido ante todos los rivales de "una categoría súper exigente" a excepción de esos dos partidos. A pesar de esas dos malas actuaciones, Juan García señala al 1-1 conseguido frente al Atlético Baleares como uno de los puntos de inflexión de la temporada.

"Sentimos aquel empate como una derrota". El penalti transformado por Canario en el tiempo de descuento fue el preludio de la derrota en El Collao por 3-0 y del posterior tropiezo ante La Nucía por 1-3. Sabedor de que siempre es más fácil sustituir al entrenador que a una veintena de futbolistas, Juan García entiende la destitución pero asegura sentirse triste por no haber podido completar su trabajo. En su despedida, el técnico se ha deshecho en elogios hacia club, jugadores y afición. "No tengo ni una sola pega y sé que tengo mi casa en Calahorra".

Ahora, Israel Vicente ha cogido el testigo y Juan García espera que consiga revertir la situación porque "el club estaba muy contento con la metodología del cuerpo técnico pero los resultados no eran los deseados". El técnico reconoce que han conversado durante los últimos días y espera que el equipo tenga el acierto de cara a portería que le faltó en las primeras jornadas. El extremeño se satisface de que su Calahorra consiguiese generar tantas ocasiones por encuentro pero lamenta el acierto de su equipo en esos metros finales que deciden los partidos.

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