Demasiado acostumbrados al filibusterismo de algunos partidos
Es posible que la palabras Constitución y constitucionalista sean dos de las que más pronuncian la derecha en este país y la ultraderecha también, y es posible que sean ellos los que más problemas tengan para hacer una lectura correcta del texto constitucional
Madrid
Hoy es un martes raro, lunes para algunos, laborable entre dos fiestas para otros o el penúltimo día del gran puente de la Constitución para aquellos que lo estén disfrutando, los más afortunados. Martes de mirar el tiempo y de empezar a pensar en el retorno antes de lo previsto si están disfrutando de estos días en algunas de las zonas donde amenaza temporal para las próximas horas, o sea que vayan con cuidado.
Demasiado acostumbrados al filibusterismo
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Es el día también de los ecos de la celebración del día de la Constitución, evento que el líder de la ultraderecha dice que es una conmemoración de progres. Pues gracias a los progres y a los que no lo eran, pero que tenían una mentalidad abierta para entender la necesidad de los acuerdos y de los consensos, que este país fue capaz de dejar atrás la dictadura, la que la ultraderecha, por cierto, extraña.
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Y son precisamente acuerdos y consensos los que faltan ahora y esto es lo que recordó ayer la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el requisito indispensable para los pactos es la voluntad de alcanzarlos. Y no podemos estar más lejos de esto. Plantear, simplemente plantear la necesidad de una reforma constitucional, aunque solo sea porque este país y esta sociedad es muy diferente a la que era cuando se aprobó el texto, es toda una quimera.
Siempre tenemos la sensación de que lo que pasa en el presente nunca había pasado antes, la memoria nos hace esta jugada, pero es muy posible que nunca como ahora en la historia de la democracia el clima haya sido tan poco propicio para los consensos. Y no es la distancia ideológica lo que separa a unos de otros, que también, por supuesto, es, sobre todo, la deslegitimación del adversario. El no reconocerle, el considerar que ocupa el puesto que ocupa de manera ilegítima.
Pero es que los pactos ya no solo serían indispensables para la reforma de la Carta Magna, si es que así se considera, serían indispensables para el cumplimiento del texto ahora en vigor, y estamos ya demasiado acostumbrados al filibusterismo de algunos partidos, que por sus propios intereses bloquean reformas que son mandatos Constitucionales.
Es posible que la palabras Constitución y constitucionalista sean dos de las que más pronuncian la derecha en este país y la ultraderecha también, y es posible que sean ellos los que más problemas tengan para hacer una lectura correcta del texto constitucional.
Àngels Barceló
Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy' de lunes a viernes, de 06:00 a 12:20h. Información, análisis...