Sentirse maltratado
Lo ocurrido en Cádiz podría ser representativo de lo que quizá suceda en otros puntos industriales del país: la sensación de que después de los sacrificios ha de repartirse el bienestar cuando llega la recuperación
Madrid
Sentirse maltratado. Decía Rosa Luxemburgo, que de esto sabía mucho, que las protestas masivas casi nunca se orquestan desde arriba y que muchas veces estallan de modo inesperado. El conflicto del metal ha sido generalizado en la comunidad gaditana. Lo ocurrido en Cádiz podría ser representativo de lo que quizá suceda en otros puntos industriales del país: la sensación de que después de los sacrificios ha de repartirse el bienestar cuando llega la recuperación. No se debe romper impunemente este pacto implícito de las relaciones laborales. Los masivos disturbios en el mundo en el año 1968 llegaron después de los treinta gloriosos, cuando el capitalismo había crecido más. Hay que interpretar estas quejas que llegan, en algunos casos, salpicadas de violencia e interrogarse sobre sus causas, quizá una mayor conciencia de aspectos que siempre existieron, pero que ahora son más visibles, por ejemplo la desigualdad y el maltrato corporativo. Quizá la sensación de que el sistema no es capaz de solucionar los problemas, etc. Ha crecido el sentimiento de inseguridad. Será interesante conocer la labor de mediación en el conflicto gaditano de un Gobierno preocupado por la creciente escalada en la calle todavía inconexa.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...