Leticia Dolera: "Las series que lideran mujeres siguen teniendo presupuestos muy inferiores"
La creadora de 'Vida perfecta' estrena su segunda temporada con el foco en la depresión posparto, la sexualidad femenina y el miedo al compromiso
Madrid
La sexualidad femenina, la mujer como sujeto deseante o la salud mental son temas que han ido ganando cada vez más presencia en las series de televisión. Ficciones recientes como Cardo o Todo lo otro continúan explorando estos temas desde la visión de sus creadoras y protagonistas, todas mujeres. La primera temporada de Vida Perfecta, la serie creada por Leticia Dolera, ya abrió la representación de lo que significa ser mujer con más de 30 años, y continúa por ese camino en la segunda temporada, con un tema central potente e innovador: la maternidad.
La ficción de Movistar+, coescrita por la actriz y por Manuel Burque, nos muestra a María como madre primeriza, pero sumida en una gran depresión posparto. Dolera se vale del testimonio de una amiga cercana, que sintió una total desconexión y equivocación al tener a su hijo, para escribir sobre ello. Todo lo que tenga que ver con desmitificar la maternidad o darle sombras, todo aquello que se salga de esa madre abnegada a la que la mera existencia de un hijo ya le va a dar sentido a su vida, que tiene que ver con un relato en un sistema de valores patriarcal, que tiene que ver con un tipo de familia donde la mujer ocupa ese lugar de la santa madre, todavía cuesta, en cierto modo”, dice la creadora y actriz principal en la presentación de la segunda temporada.
Con esta nueva entrega de la serie, ganadora de un premio Ondas y dos Feroz, Dolera pretende interpelar no solo a las mujeres, para las que la maternidad es un tema al que tienen que enfrentarse decidan o no ser madres, sino también a los hombres. “Todavía está normalizado que la madre se pida reducción de jornada pero el padre no. Hay una diferencia como de un 90% al 10%. Aquí no estamos en un terrero de igualdad ni de lejos”, considera.
Menos dinero para crear historias
A pesar de la creciente cantidad de mujeres creadoras de ficción en televisión, los datos, según la autora de Vida Perfecta, siguen mostrando una enorme diferencia. “Una cosa objetiva a analizar son los presupuestos, porque las series que protagonizan y lideran mujeres siguen teniendo presupuestos muy inferiores”, considera, mientras apela a los periodistas a analizar estos datos para que se conviertan en hechos y no se consideran opiniones personales.
“Eso es algo a tener en cuenta, porque a las mujeres también nos gusta rodar con dinero”, dice Dolera mientras recuerda las palabras de Isabel Coixet cuando recogió uno de sus premios goya. “A mí no me gusta solo hacer cine intimista, me gusta hacer otras cosas, pero no me dan dinero”.
Una serie de mujeres no solo para mujeres
Celia Freijeiro y Aixa Villagrán vuelven a ser las dos amigas de la protagonista, con las que forma un trío de mujeres de más de 30 que tratan de levantarse de sus crisis personales. Las protagonistas son mujeres, y eso en sí mismo es un hecho político, porque cualquier historia es política porque hablan de relaciones entre personas que viven en comunidad”, considera Dolera, que huye de limitar la serie solo al público femenino. “Pero no es una serie hecha de mujeres para mujeres, es una serie para toda la gente porque habla de temas universales como la amistad, la pareja, el miedo al compromiso, la intimidad, la familia, el trabajo, la terapia, la depresión…”
Precisamente las escenas de terapia son las que más nos ayudan a conocer al personaje de María, bloqueada y sin saber cómo enfrentarse a su hijo. “Ahora me doy cuenta, cuando forma parte de la agenda mediática y política, que se vuelve un acto político que una protagonista vaya a terapia y que eso la transforme”, dice la actriz mientras pone en valor la importancia de la salud mental. “Hace cuatro años que voy a terapia, un lugar donde aprender de mi misma y donde me cargo de herramientas para enfrentarme a la vida”, cuenta.
El sexo es otro de los temas centrales de Vida Perfecta, desde la visión de mujeres que fingen orgasmos, tienen la menopausia o tienen miedo de relacionarse sexualmente. “Me sorprendió la cantidad de mujeres que habían tenido un parto vaginal a las que les había costado mucho mirarse la vulva. Existe cierto tabú, nos han enseñado que tiene que ser eternamente joven e infantil y no, eso también se va cayendo con el tiempo y está bien, porque quiere decir que estás viva”, dice la autora sobre la representación del cuerpo.
“El sexo el gran tema tabú con el que todo el mundo comercia, la sexualidad se capitaliza pero no se habla de manera profunda de este tema que te atraviesa desde la adolescencia y te acompaña el resto de tu vida, y que tiene una carga de género según seas hombre o mujer”, considera.