Preocupación en la industria del libro: así afecta el desabastecimiento global
La subida del precio del papel y el atasco en las imprentas está cambiando los planes de algunas editoriales de aquí a fin de año
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Imagen de archivo de una imprenta / GETTY
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El desabastecimiento global de materias primas y la crisis en el trasporte está perjudicando a algunas industrias culturales, en especial al libro. “En este momento hay un desajuste importante entre la oferta y la demanda que creemos que es coyuntural”, explica en la Cadena SER Patrici Tixis, director de comunicación corporativa del Grupo Planeta, y presidente del Gremio de Editores de Cataluña y de la Cámara del Libro de Cataluña.
La consecuencia más inmediata de todo es un atasco en las imprentas, debido a una fuerte demanda de impresión de libros. “Afortunadamente ha crecido el número de lectores y el número de ejemplares que queremos poner en manos de los lectores. Nos hemos encontrado con una sobrecarga de trabajo en las imprentas, no solo por los libros, sino por otros trabajos que hacen las imprentas que también han tenido más demanda”, añade Tixis.
Eso ha producido ese desajuste, que también afecta a las materias primas, al papel, pero sobre todo al cartón. Ese aumento del coste generalizado de las materias primas es el culpable de esa subida de precios. Por ejemplo, la madera tiene ahora sobreprecios del 30 por ciento. “Creemos que es conyuntural, aunque en estos momentos nos está obligando a las editoriales a planificar y a adaptarnos a la situación, pero en pocos meses creemos que vamos a adaptarnos”, reconoce.
La situación es más compleja para las editoriales pequeñas y, sobre todo, para aquellas que usan cubiertas de cartoné, es decir, de tapa dura, o que utilizan algún papel de importación. Desde Cabaret Voltaire cuentan que, en principio, no se van a ver afectados, puesto que desde sus inicios han impreso en el mismo papel y lo compran en grandes cantidades. “Es el impresor quién lo almacena, es un papel que se fabrica en España, por lo que no hemos tenido problemas de abastecimiento”.
Pero sí se están dando una subida de precios de las materias primas. “La falta de containers y capacidad de las navieras está haciendo que el precio de las importaciones sea abusivo”, señalan desde Norma Editorial. Eso significa que el exceso de demanda esté haciendo que las papeleras no puedan asumir el exceso. España produce 6.437 de toneladas de papel, en 2020 se importaron 5, 4 millones de papel, principalmente de Finlancia y Francia.
Parte de lo que ocurre ahora, insisten desde las editoriales, tiene que ver con el patrón del COVID. “Durante el Covid, el paro de las papeleras tuvo retrasos en los plazos y nunca acabó de actualizarse”, explica un responsable de Norma Editorial. “Al estar en una situación de pánico, ante el comienzo de una escasez, todos hemos comprado en exceso por si acaso”, insiste. La editorial explica que en principio todo este proceso no va a afectar al precio de los libros: “entendemos que es algo circunstancial y puntual”.
También para Tixis la pandemia explica algunas cosas. “Tenemos que pensar que antes de la pandemia, las imprentas estaban trabajando a una velocidad de crucero que tuvieron que interrumpir con el confinamiento. Ha habido una recuperación progresiva de la actividad y en estos momentos, esta intensa demanda, provoca estos desajustes que en pocos meses se puedan solucionar. No prevemos que haya desabastecimiento de libros. Los libros seguirán llegando a tiempo a las librerías”.
La impresión es donde está todo el embrollo. El problema que se encuentran las empresas de impresión es que a la subida del precio de las materias primas como el papel y las planchas se le suma el incremento del precio de la luz y por el momento no lo están repercutiendo en sus precios al consumidor final así que están perdiendo competitividad y sus márgenes de beneficios son más pequeños
Videojuegos
A la crisis de las materias primas, además de la subida sin precedentes de la energía se suma la crisis de los microchips. Con el COVID la producción cesó o bajó a mínimos. La producción mundial de microchips se concentra en el sudeste asiático. Allí, este mes de julio, se fabricaron 38.000 millones y aun así no hay suficientes. Eso está dejando desabastecimiento de productos de entre otras, la industria del videojuego, como mandos o consolas. No afecta, sin embargo, a los creadores y desarrolladores de videojuegos, como explican desde la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento.
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Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...