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Cómo degustar 'Un bocado exquisito' en el mundo de las estrellas Michelín

Christoffer Boe presenta su nueva película en la que la ambición y el deseo son los ingredientes principales

Nikolaj Coster-waldau protagoniza 'Un bocado exquisito' / ADSO FILMS

Nikolaj Coster-waldau protagoniza 'Un bocado exquisito'

Madrid

En el año 1900, André Michelin creó una guía de viaje publicitaria, que regalaba a todos sus clientes con la compra de uno de sus neumáticos. Veinte años después decidió incluir una selección de los mejores restaurantes donde comer. Así fue como nacieron las estrellas Michelin, que suponían una distinción especial. Y la verdad es que este reconocimiento internacional supone un logro y un ascenso social en el mundo de la gastronomía para un restaurante y, por lo tanto, para su chef.

A pesar de esto, existen casos en los que la presión ha sido tanta que algunos chefs terminan acabando con su vida. Es el caso de Benoit Violier, chef franco suizo, que fue señalado como el mejor del mundo al obtener tres estrellas Michelin. Otros, han decidido renunciar a este reconocimiento: es lo que hizo el cocinero malagueño Dani García, que acabó colgando el delantal de la alta cocina, para vender comida asequible y hamburguesas.

En la cinta, sus protagonistas, buscan desesperados el máximo reconocimiento para su restaurante

En la cinta, sus protagonistas, buscan desesperados el máximo reconocimiento para su restaurante / ADSO FILMS

En la cinta, sus protagonistas, buscan desesperados el máximo reconocimiento para su restaurante

En la cinta, sus protagonistas, buscan desesperados el máximo reconocimiento para su restaurante / ADSO FILMS

El proceso de obtener una estrella Michelin es extremadamente secreto, pero algunos elementos fundamentales son: la calidad de los productos utilizados, la intensidad de los sabores, así como la originalidad y creatividad. Para evaluar todo eso, los inspectores visitan los restaurantes en varias ocasiones, un momento de tensión en el que los cocineros y el personal contienen el aliento mientras el comensal prueba sus exquisiteces. Es una oportunidad para deslumbrar o para fracasar.

Y así es como se configura la película 'Un Bocado exquisito', dirigida por Christoffer Boe, uno de los pesos pesados del cine danés. Todo transcurre en una sola noche en la que su protagonista Maggie busca al inspector de Michelín desesperada por una segunda oportunidad y tener así la oportunidad de conseguir la estrella. Y en este camino es donde vemos casi siempre a sus protagonistas Carsten y Maggie, un matrimonio referente en la escena gourmet danesa. Se aman, tienen dos hijos maravillosos y un restaurante, pero en el fondo, se puede entrever unas enormes carencias tanto en su relación de pareja como por separado.

Perfectamente sostenida por dos de los actores más aclamados de Dinamarca: Nikolaj Coster-waldau, y Katrine Greis-rosenthal, juntos, interpretan a una pareja aparentemente exquisita. Carsten, un apasionado chef, obsesionado por conseguir la perfección en sus platos, tiene que demostrar constantemente su valía en la cocina, porque su mundo gira en torno a ello. Tan pendiente de que una estrella le caiga del cielo, hace que acabe descuidando el resto de cosas importantes de su vida. Y Maggie, en un aparente papel secundario de madre y esposa que apoya los sueños de su marido, pero en cuya ambición se sostiene todo el peso de la trama.

Carsten y Maggie, una pareja aparentemente perfecta, cuyos enredos pondrán el toque amargo

Carsten y Maggie, una pareja aparentemente perfecta, cuyos enredos pondrán el toque amargo / ADSO FILMS

Carsten y Maggie, una pareja aparentemente perfecta, cuyos enredos pondrán el toque amargo

Carsten y Maggie, una pareja aparentemente perfecta, cuyos enredos pondrán el toque amargo / ADSO FILMS

Esta búsqueda del máximo reconocimiento para su restaurante, funciona, en realidad, como metáfora de su deseo por conseguir todos sus sueños y proyectos, sin parar a pensar en el precio a pagar por ellos. Con algunas tramas paralelas y bastantes pretensiones que amargan un poco la película, 'Un bocado exquisito' tiene una estética muy cuidada, tanto en la cocina como en los entresijos de la vida de sus personajes. A lo largo de la cinta, además, vemos diferentes capítulos, en forma de flashbacks, que nos llevan a comprender cómo han llegado hasta allí.

Y como metáfora final: a veces unos arenques enlatados o un perrito caliente puede ser la comida más lujosa si el ambiente y la compañía son buenas. Y un plato de caviar con ostras un auténtico desperdicio si quien lo prepara y el comensal no sabe apreciarlo.

Lydia Payo

Lydia Payo

Redactora de informativos y de la parte digital de Radio Madrid. Presentadora del Podcast 'Todo es Empezar'...

 
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