Pilar Bardem, la actriz más comprometida del cine español

Madrid

La carrera de Pilar Bardem abarca las últimas décadas del cine español. Desde los años sesenta cuando debuta con sus primeros papeles, El mundo sigue, de Fernando Fernán Gómez o Las ibéricas de Pedro Masó, hasta sus últimos trabajos, la comedia El rey gitano de Juanma Bajo Ulloa, con el que ya había trabajado en una de las comedias más famosas del cine español, Airbag.

Al tiempo que trabaja en el cine, en el teatro y en la televisión, con Los gozos y las sombras, Pepa y Pepe o Amar en tiempos revueltos, Pilar Bardem siempre tuvo entre sus prioridades el compromiso con su profesión y con la sociedad.

"Mamá, estos para ti, esto es para los a los cómicos de España, que han traído como tú la dignidad a este oficio", decía su hijo Javier Bardem al recoger el Oscar. Hija de actores: Rafael Bardem y Matilde Sampedro; descendientes de uno de los más viejos linajes de cómicos españoles, hermana del cineasta Juan Antonio Bardem y madre de Javier Bardem, Pilar presidió AISGE, la Asociación de Artistas, Intérpretes, Sociedad de Gestión. En ese cargo peleó por los derechos sindicales de los actores y las actrices, un oficio maltrecho para el que es difícil recibir prestaciones del estado, como demostró la pandemia. Fue una de las que trabajó para que el área asistencial no dejara a nadie en situación precaria dentro de la profesión.

Fue uno de los rostros, entre los muchos del cine español, que apoyó las manifestaciones contra la Guerra de Irak. Junto a María Barranco, Amparo Larrañaga, Ana Belén o Juan Echanove, la Bardem acudía al Congreso de los Diputados con camiseta con el eslogan del "No a la guerra". Fueron expulsados del hemiciclo. Después pasó a presidir la asociación de Cultura contra la guerra. Desde entonces, ha participado en numerosos actos y manifestaciones junto a otros artistas, como la lucha contra la violencia de género, el apoyo al Sáhara, a cuyo festival de cine han acudido varios miembros de la familia.

Precisamente, la Guerra de Irak supuso un punto de inflexión en el cine español. Tras la victoria de Rajoy, el gobierno del PP subió el IVA de la cultura de un 8 al 21 por ciento, subiendo el precio de las entradas de productos culturales. La cultura, sobre todo el cine, luchó y reivindicó para que eso cambiara. En 2012 los artistas salieron a la calle para protestar contra esa decisión. Ahí estaban los Bardem, con Pilar al frente.

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En 2014, fue a saludar y a mostrar su solidaridad con los trabajadores de Coca-Cola, que protestaban por el ERE que afectaba entonces a la empresa en España frente a la puerta del hotel donde esa noche se entregan los Premios Goya. "Estas medidas convierten la cultura en un bien de lujo", decía en esa manifestación la actriz, al tiempo que animaba a todo el mundo a que saliera a la calle, a los sectores de la sanidad de la educación.

Vestida de morado y con un claro mensaje feminista, salía Pilar Bardem al escenario en la gala de 2020 de la Unión de Actores y Acrices. Allí fue galardonada con el premio 'Mujeres en unión' por su amplia trayectoria. "Han sido años que recuerdo que éramos muy pocas y solas. Caminando poco a poco hemos ido avanzando. La vida es una cuestión de relevos, me iré y habrá otras mujeres que nos mostrarán el bien para seguir avanzando", aseguraba en el atril.

Emocionada, la actriz abandonaba el escenario con un claro símbolo feminista. "Agradezco al sindicato que me den este premio y lo recojo con muchísimo respeto y cariño. En unos días cumpliré 80 años. La lucha de las mujeres es imparable", añadía en su discurso.

Como a otros intérpretes, mojarse en temas sociales le ha traído algunos disgustos. El alcalde del PP de Sevilla retiró una calle con su nombre de la ciudad en la que Bardem nació. Tanto la hermandad Santa Genoveva como el consistorio pusieron a la calle el nombre de Nuestra Señora de las Mercedes. "Si el alcalde y los sevillanos así lo quieren, que la quiten", respondía. "Es el nombre de una virgen muy guapa y además yo soy muy de vírgenes. Si el alcalde y los sevillanos así lo quieren, que me quiten la calle", atajaba la actriz.

Quizá sea por su compromiso por el que es una de las actrices más queridas del cine español. En 2017 recibía por parte de amigos y compañeros una fiesta sorpresa en el circo Price de Madrid, junto a sus tres hijos, Carlos, Javier y Mónica que han heredado de ella esa lucha contra las injusticias.