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Festival Cannes

'Casablanca Beats', rap marroquí como liberación

Haut et forte' (Alto y fuerte) ha sido la sorpresa de la penúltima jornada de la competición del Festival de Cannes, una película con mucho de autobiográfica del franco marroquí Nabil Ayouch

CANNES, FRANCE - JULY 16: (Top L to R) Amina Kannan, Ismail Adouab and Mehdi Razzouk (Front L to R) Nouhaila Arif, Zineb Boujemaa, Director Nabil Ayouch, Anas Basbousi and Samah Barigou attend the "Haut Et Fort (Casablanca Beats)" photocall during the 74th annual Cannes Film Festival on July 16, 2021 in Cannes, France / Daniele Venturelli (WireImage)

CANNES, FRANCE - JULY 16: (Top L to R) Amina Kannan, Ismail Adouab and Mehdi Razzouk (Front L to R) Nouhaila Arif, Zineb Boujemaa, Director Nabil Ayouch, Anas Basbousi and Samah Barigou attend the "Haut Et Fort (Casablanca Beats)" photocall during the 74th annual Cannes Film Festival on July 16, 2021 in Cannes, France

Cannes

Era una de las tapadas del festival, Haut et forte en francés (Alto y fuerte) o Casablanca Beats en inglés, ha sido la sorpresa de la penúltima jornada de la competición del Festival de Cannes. Lo cierto es que su director, Nabil Ayouch, marroquí y francés, ya tuvo muy buenas críticas aquí con Los caballos de dios, película que estuvo en una sección paralela y que acabó ganando la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid.

En Casablanca Beats cuenta su propia adolescencia, cambiando el lugar y el contexto. En un barrio periférico de Casablanca, ciudad donde se ambientan casi todas las películas del director, un músico llega a un centro cultural como nuevo profesor de hip hop. Duro y borde al principio, acabará enseñando a los niños no solo rimas y música; sino también una actitud vital ante la situación opresiva en sus casas y sus comunidades.

"Recuerda momentos que viví en mi infancia en un barrio de las afueras de París, cuando empecé a conocer mi identidad marroquí. Fue gracias a la cámara y al cine. Comencé a amar profundamente Marruecos y a descubrir ese país en toda su diversidad", decía en la rueda de prensa acompañado de los jóvenes artistas que protagonizan este musical de hip hop.

Estos jóvenes se enfrentan a los prejuicios sociales y al control de sus familias para seguir su pasión por la música. "Me di cuenta de que lo que viví en mi infancia fue exactamente lo que pasa en la periferia de Marruecos, donde hay ciudadanos de segunda categoría, ignorados, alejados del centro...", contaba el realizador. "La violencia no debe ser una vía de expresión, pero si a los jóvenes no les damos otras vías de expresión alternativas, no hay nada que hacer", insistía.

Tanto le debe a los centros culturales que él mismo ha fundado uno. Fue así como surgió la idea de convertir todo eso en una película que juega a contar historias reales con la ficción. Casablanca beats brilla cuando se acerca al musical y también cuando indaga en los problemas de cada uno de los jóvenes. Está el debate del velo, de la igualdad de la mujer en la sociedad marroquí, el lugar que ocupa la religión y las tradiciones culturales, las heridas familiares y la falta de futuro. Todo está condensado y todo cambia gracias a la música, nos dice la película. Sin embargo, a pesar de la idiosincrasia marroquí de la historia, hay un mensaje que trasciende y que conecta con las vidas de jóvenes en las periferias de otras ciudades y países. "Es esa necesidad de reconocimiento, esa sensación de sentirse ciudadano de segunda categoría, ignorado, y que si hay algo que puede curar eso, son las artes y la cultura".

El hip hop, que llegó en los ochenta desde Estados Unidos a Europa y luego a África, y que caló muy fuerte en el mundo árabe por lo que tiene de música de gueto y reivindicación social. "El hip hop es un arma, un medio de expresión para acompañar los grandes cambios, eso es lo que es fabuloso para mí de esta música", explicaba el director. Y el hip hop es lo que puede hacer que conecte con la historia el presidente del jurado, el director Spike Lee. "Es alguien a quien admiro como director y como ser humano. No tengo ni idea de qué va a pasar este año, la película estaba lista para el año pasado, no hubo festival y decidimos esperar. Estoy muy feliz, es lo único que puedo decir", reconocía el director.

Con actores debutantes, la mayoría alumnos de música en el centro cultural del director, Ayouch comenzó a pensar en el filme hace 4 años. Primero ideó realizar un documental y luego pasó a una ficción que tuvo lista para Cannes 2020. Al no celebrarse el festival por la pandemia, decidió esperar a esta edición. Destaca el profesor, el músico de rap Anas Basbousi.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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