Vosotros y vuestras preciosas vidas
"Ahora el problema es la ley de eutanasia, obviamente. Antes los fue el aborto, y antes el matrimonio igualitario, y el divorcio, y etcétera etcétera. Para un conservador, incluso un día fue un enorme problema la luz"
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Vosotros y vuestras preciosas vidas
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Galicia
Cada cierto tiempo, cuando se produce un avance que permite llevar una vida más amable, incluso inteligente, este país se sitúa al borde del abismo. Para un conservador es terrible vivir mejor. No le gusta. Es odioso. Le hace sentir bien. Y eso es terrible. ¿Cómo puede alguien, de buen grado, renunciar a una existencia plagada de sufrimientos o incomodidades, absolutamente espantosa? ¿Qué tiene de malo el estilo medieval? «Vosotros y vuestras preciosas vidas», están siempre a punto de burlarse cuando conquistamos un derecho nuevo. Ahora el problema es la ley de eutanasia, obviamente. Antes los fue el aborto, y antes el matrimonio igualitario, y el divorcio, y etcétera etcétera. Para un conservador, incluso un día fue un enorme problema la luz. Cuando se introdujo la electricidad en los hogares, se escribieron cartas a los periódicos protestando porque iba a destruir la convivencia familiar, porque ya no habría motivos para reunirse en buena compañía alrededor del fuego. Hubo incluso un psicólogo célebre, muy reaccionario, que se alarmaba por el hecho de que, con la luz, la gente joven dejaría de sentir la conexión con el crepúsculo y los momentos contemplativos que provocaba.