El sábado nos quitaremos la mascarilla, pero eso no querrá decir que en este país se vaya a respirar mejor
Que la crisis política catalana se encarrile queda desde hoy pendiente del Supremo y de los recursos que se van a presentar contra esos indultos, del independentismo y de Moncloa

undefined
Madrid
Andan algunos soliviantados desde ayer porque los independentistas no han dejado de ser independentistas, porque los republicanos no dejan de serlo. “No pararán” titula hoy en su portada ABC, como si los indultos hubiesen tenido que actuar como un disolvente ideológico, como si la cárcel hubiera fracasado en su misión reeducadora.
¿No pararán de qué? ¿De pensar como piensan y de decirlo con una retórica más o menos inflamada? ¿Y por qué habrían de hacerlo? ¿No pararán de intentar romper con España, de saltarse la ley? Bueno, Si fuera así, ya saben las consecuencias. Cataluña, la política catalana y, por extensión, la española, ha entrado en una nueva fase que va a estar sometida a muchas tensiones, a un coctel de factores y de actores que pueden acabar confirmando que eso de que el futuro solo puede ser mejor es una inconsistente idea romántica sobre la vida.
Que la crisis política catalana se encarrile queda desde hoy pendiente del Supremo y de los recursos que se van a presentar este mismo jueves contra esos indultos, del independentismo, por supuesto, de que asuma la vía Junqueras de renuncia a la unilateralidad mientras Junqueras no vuelva a cambiar de vía, claro. De la autonomía y capacidad ejecutiva de Pere Aragonès, de la verdadera voluntad de dialogo y pacto de la Generalitat, de que los futuros inquilinos o inquilinas de la Moncloa sigan apostando por el diálogo y de la oposición, de que decida tener un papel proactivo en la búsqueda de soluciones o de que prefiera pensar en los beneficios que le reporta una tensión sostenida. Los indultos están aprobados, pero el futuro no está escrito.
El sábado nos quitaremos la mascarilla, sí, pero eso no querrá decir que en este país se vaya a respirar mejor.

Pedro Blanco
Llegué a la SER en 1996 y desde entonces he trabajado como editor en diferentes programas. He sido director...