Explicarse bien, más necesario que nunca

Madrid

El viernes pasado las restricciones aprobadas en el Consejo Interterritorial eran de obligado cumplimiento. “¿Y si no se cumplen?”, le preguntamos aquí a la ministra Carolina Darias; “El Gobierno hará que se cumplan”, respondió ella. Pues bueno, tras el Consejo Interterritorial de ayer, las restricciones son meras recomendaciones y cada Gobierno autonómico podrá modularlas como considere, en función de los datos de la pandemia.

La ministra Darias celebra el consenso, de hecho, dice ella de sí misma que es una gran defensora del consenso. “El consenso mola”, nos llegó a decir también aquí en una ocasión, pero claro es que este consenso consiste en que cada comunidad haga lo que quiera, porque hace una semana no logró llegar a un acuerdo y entonces hablaba de obligación.

Era difícil de entender que algunas de las restricciones impuestas la semana pasada fueran más duras que las que había con una incidencia mayor, más severas, por ejemplo, que el verano pasado, y los negocios que empezaban a respirar con la desescalada volvían a temblar ante los cierres y las reducciones de aforo.

Después de más de un año de pandemia es más importante que nunca, siempre lo ha sido de hecho, que se explique bien porque se piden los esfuerzos que se piden. Hay cansancio y la cercanía del final de la pandemia, que aventura el ritmo de vacunación, exige que si se tienen que dar pasos atrás sean muy muy bien explicados. Si esto no se hace así, si además no hay consenso entre Gobierno y comunidades, si se da marcha atrás en las restricciones dando a entender que bueno que quizás tampoco era tan importantes, si lo obligatorio se convierte solo en recomendable, la gente acaba por preguntarse de qué va esto, si es una cuestión sanitaria o una cuestión política.