¿Son necesarias las prisas en los minutos basura?

Madrid

La noticia de hoy, avanzada por la SER, es que Sanidad no descarta que quizás podría comenzar la vacunación contra la covid antes de Reyes, el 4 o el 5 de enero. Al margen de que no hay afirmación más insegura que una frase que comienza en “quizás” con un verbo conjugado en condicional, la pregunta que nos hacemos es qué más da, en qué mejorará un proceso que durará meses. Se entiende que se quiera mitigar la ansiedad, pero si apretamos mucho quizás se genere una innecesaria frustración.

Son, en todo caso, problemas del primer mundo. Muchos países ni siquiera pueden aventurar el cuándo, sólo se plantean si la vacuna llegará y a cuántos beneficiará. Hace unos días, varias ONG denunciaron que el 14% de los países ricos han acumulado más de la mitad de las vacunas disponibles. Y como media acaparan dosis para vacunar tres veces a su población, cinco, en el caso de la muy previsora Canadá, mientras otros 70 países pobres apenas podrán vacunar a una de cada diez personas. Lo nuestro llegará, la llegada es inminente y nos llegará a todos, así que quizás deberíamos preocuparnos por lo otro, por justicia y solidaridad. Y por sentido común, porque en una pandemia cualquier espacio no debidamente inmunizado será un eficaz camino de retorno para el virus.