La segunda ola de la pandemia deja 8.000 fallecidos que no recoge la estadística oficial de Sanidad
Desde el 20 de julio al 12 de noviembre el Instituto de Salud Carlos III registra un exceso de mortalidad de 19.346 personas. Sin embargo, en esos cuatro meses Sanidad contabiliza 11.000 muertes confirmadas con prueba diagnóstica
Una trabajadora sanitaria atiende a un paciente en una habitación de la UCI de la Clínica Universidad de Navarra, en Pamplona. / Eduardo Sanz (EUROPA PRESS)
Madrid
La segunda ola de la pandemia de coronavirus vuelve a dejar una cifra muy significativa de fallecidos que no recoge la estadística oficial de Sanidad. Hablamos de más de 8.000 muertes desde el 20 de julio al 12 de noviembre, periodo en el que el sistema de monitorización MoMO del Instituto de Salud Carlos III registra un exceso de mortalidad de 19.346 personas. Sin embargo, en esos cuatro meses Sanidad contabiliza 11.000 muertes confirmadas con prueba diagnóstica, una diferencia que no se puede achacar a la falta de test, como ocurrió en la primera ola de la COVID-19.
Los expertos han alertado de que el colapso del sistema a causa de la pandemia ha retrasado diagnósticos y cancelado tratamientos y muchos pacientes han tenido miedo a acudir a los hospitales. La Sociedad de Oncología afirma que este año se han detectado hasta un 20% menos de cánceres y la de Cardiología que se han duplicado las muertes por infarto.
El número de infartos se ha duplicado durante la pandemia
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Àngel Cequier, miembro del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge y presidente de la Sociedad Española de Cardiología, explica que "los pacientes relativizaban los síntomas", pero constata que en esta segunda ola que este aumento de fallecimientos está siendo menor que en la primera. Asimismo, reconoce que "una parte importante" de los pacientes hospitalizados por COVID-19 ofrecen datos de "inflamación del corazón". No obstante, indica que aún no hay datos que confirmen que las consecuencias persistan a medio-largo plazo. Por otro lado, Cequier califica de "problema" la dificultad de la codificación de las causas de muerte en España, explicando así el desfase en el número de fallecidos por coronavirus que ofrece el Gobierno.
