El don de la vida es saberla vivir
Me quedo con la explicación que Brines dio sobre aquel título, Las brasas: "Las brasas es lo que arde sin llamas en proceso de extinción, lo que va a dejar de ser, pero con brillantez"
Madrid
Francisco Brines tituló su primer libro de poemas Las Brasas. Hace doce años le contó al ABC de qué iba. "Lo escribí a los veintitantos años, y el protagonista era un hombre viejo en una casa y en un paisaje esperando su final. Justamente lo que me está ocurriendo ahora". Era 2006, Brines tenía 74 años, hoy 88. Una cosa que suele pasar con el premio Cervantes es que a veces parece que está esprintando con la vida; a muchos les ha pasado que les suena el teléfono y no saben si es el ministro o directamente Dios. Pero el poeta Antonio Lucas, autor de Los desnudos, me resume al teléfono: "Brines es un hombre sin prisa". Concretamente me dice: "El don de la vida que le fue concedido fue saberla vivir". Escribe Brines: "Yo sé que olí un jazmín en la infancia una tarde/ y no existió la tarde". Yo me quedo con la explicación que Brines dio en la revista Zenda sobre aquel título, Las brasas: "Las brasas es lo que arde sin llamas en proceso de extinción, lo que va a dejar de ser, pero con brillantez".
El don de la vida es saberla vivir
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Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...