Deseo de sordera
Quienes han oído al botarate de la Casa Blanca o leído sus tuits disparatados se sentirían aliviados siendo sordos o ciegos.
Madrid
Escribió Hebbel en su diario el 7 de marzo de 1860 que “el que llega a entender
el lenguaje de los pájaros desea, desde el primer momento, ser sordo”. Y
Leopardi añadió que “fue una notable disposición de la naturaleza el asignar a
un mismo género de animales el canto y el vuelo”. Pero lo de nuestro Donald
Trump no es canto ni tampoco vuelo. Por eso, quienes han oído al botarate de
la Casa Blanca o leído sus tuits disparatados se sentirían también aliviados
siendo sordos o ciegos. Mientras, volvamos a Orwell, en su permanente
denuncia del error de un falso realismo político que desvía la voluntad de
justicia hacia la adoración del poder, y a su lúcido rechazo de la ética de
comisario o de la cadena FOX en que se degrada el populismo trumpista. Vale.