Presupuestos al detalle
El gobierno ha presentado las cuentas públicas y el balance que se refleja en ellas es peor de lo esperado: la recaudación en Sociedades, IVA e IRPF se desploma. Lo analizamos con el experto en cuentas públicas Santiago Lago.
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Madrid
Mientras el foco en clave política está puesto en la última corrección de los PGE, tras el anuncio de Ciudadanos de que la subida del impuesto del diésel -0,4 euros por litro, más IVA- quedará sin efecto tras sus negociaciones con el Gobierno, algo que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dice desconocer, el problema en clave económica se sitúa en la merma económica que eso supone: si se cierra la puerta al ‘dieselazo’, las cuentas públicas pierden 450 millones de euros.
Más allá del debate en clave política, la letra pequeña del presupuesto deja otras conclusiones nada halagüeñas: las rentas del trabajo han caído, de media, un 2%; un 9% las rentas del capital -el alquiler cede un 4% y la compraventa de viviendas un 18%- y caen también las recaudación de todos los demás ingresos: el impuesto de Sociedades cae un 24% y el IVA un 11%.
La subida de impuestos que plantea el gobierno “es un error” según la patronal. “En el resto de países se está yendo en sentido contrario” ha advertido el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, mientras que el Ejecutivo mantiene que es necesario alcanzar la presión fiscal que ya tienen otros países de nuestro entorno: en España, la recaudación fiscal está siete puntos por debajo que en otros países europeos.
Santiago Lago, economista experto en economía pública, señala en Hora 25 de los Negocios que “es una situación realmente difícil, porque, por un lado, sabemos que es un momento para la expansión fiscal, para estimular, para avanzar en la recuperación, pero las matemáticas son las matemáticas, y el problema es que vamos a cerrar el año 2020 con un déficit que va a estar cerca del 15% -desde luego, más cerca del 15% que del 10%- y claro, con esta expansión del gasto, y pensando lo que va a pasar con los ingresos, que la recaudación va a ser muy inferior a la esperada, el déficit del próximo año va a ser muy potente también, a pesar de las subidas impositivas, que ni de lejos cubren el agujero que tenemos”. “Son cuantían recaudatorias muy pequeñas” defiende Lago. “La subida del impuesto de Sociedades va a ser relativamente irrelevante: las empresas están en pérdidas en 2020 y van a seguir en pérdidas en 2021 y, por tanto, no vamos a hablar de beneficios, la recaudación se va a desmoronar, y en la práctica, a corto plazo, desde el punto de vista recaudatorio va a tener un impacto menor, y en el caso del IRPF ocurre lo mismo”.