Momentos críticos
¿Apretamos ahora como en primavera para desbocarnos en Navidad como nos desbocamos en verano?
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Madrid
Son momentos críticos y momentos de decisiones importantes. Sobre la mesa, dos de gran trascendencia: la estrategia en la lucha contra la pandemia y los Presupuestos Generales del Estado.
En lo sanitario, llegó la segunda ola antes de que terminara de pasar la primera. El COVID avanza desbocado, aquí y en todas partes. En nuestro país, desde luego, si sigue a este ritmo, no sé cómo vamos a poder evitar un nuevo confinamiento general. Por el momento se anuncian medidas duras en toda España, y ante la polémica de los plazos (seis meses u ocho semanas de estado de alarma) me gustaría repasar nuestra propia experiencia y preguntarnos si queremos repetir el ciclo que ya hemos vivido. ¿Apretamos ahora como apretamos en primavera para desbocarnos en Navidades como nos desbocados en verano?
Tendríamos que haber aprendido que la secuencia en pico, de la dureza a la relajación, no funciona entre nosotros, que el éxito depende de las normas, pero mucho más de su cumplimiento, que ha dejado mucho que desear, y del control de los incumplimientos, que está resultando también flojísimo. Desde mi punto de vista, necesitamos medidas sostenidas, no muchas y muy claras, y un estricto cumplimiento de las mismas y un reforzamiento de los servicios sanitarios, tanto humanos como materiales, asunto que, no sé si se han fijado ustedes, ha desaparecido de la escena y del que se tiene muy pocas noticias.
De los Presupuestos del Estado, de los que habrá mucho que hablar, dos apuntes, por el momento. Son los Presupuestos que se corresponden con un Gobierno de izquierdas. Consecuentemente, carga la balanza en el platillo de lo público con un fuerte gasto social que, por otra parte, es lo que las circunstancias demandan. Son ideológicos, se dice, y es cierto, como todos lo son, eso de que los Presupuestos de la derecha son técnicos y los de la izquierda son ideológicos es una mentira inoculado en la mente colectiva a punta de propaganda. ¿O es que en los Presupuestos del crecimiento a costa de recortes y precariedad no respondían a una ideología? Finalmente, como es tradición en la izquierda, la previsión de gastos es realista y la de ingresos es fantasiosa.
Los expertos dudan de que esta subida de impuestos sea el mejor camino para recaudar lo que se precisa. El trámite parlamentario deberá aclarar bastantes cosas.