¿Alguien al timón?
"Frente a un virus que no sabe de territorios, cada territorio actúa como Dios le da a entender", la polémica del día de Isaías Lafuente
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Valladolid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido hoy para comunicarnos lo que ya sabíamos, que la evolución de la pandemia es grave y que vienen meses muy duros. Y como terapia ha apelado a la disciplina social y una especie de compromiso ciudadano para enfrentarlas. Necesitaríamos más concreción. Y en las concreciones es difícil encontrar certidumbres. Mientras Urkullu ha pedido a Sánchez que declare el estado de alarma para enfrentar la situación y otras comunidades han decretado confinamientos perimetrales y toques de queda, la Comunidad de Madrid ha establecido una especie de toque de queda pero sin llamarlo toque de queda, no vaya a ser que alguien acuse a Ayuso, parafraseándola, de secuestrar a los madrileños porque les odia.
Da la sensación de que la segunda ola nos ha pillado tan desprevenidos como la primera, de que hemos dilapidado en poco tiempo los logros del primer confinamiento y, lo que es peor, que frente a un virus que no sabe de territorios, cada territorio actúa como Dios le da a entender. Y mientras tanto, los ciudadanos asistimos atónitos a la circunstancia, con esa sensación del paciente al que el médico le comunica que lo suyo va muy mal sin saber qué ofrecerle para enfrentar la situación.