Casado duda, el PP no puede dudar
Si aún alberga dudas, Casado puede disiparlas consultando la historia de España y la historia de su propio partido
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La opinión de Iñaki Gabilondo. / Edición vídeo: PABLO PALACIOS
Madrid
Si Pablo Casado aún alberga dudas sobre el sentido de su voto en la moción de censura, podría disiparlas escuchando la historia de España y de su propio partido.
Casado duda, el PP no puede dudar
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La historia de España le puede ayudar mucho. Si repasa las borrascosas sesiones parlamentarias de la primavera del 36 observará que Vox maneja casi literalmente, los argumentos prebélicos de los portavoces de aquella derecha. Nada como entonces, por fortuna, salvo para Vox, a juzgar por las definiciones y calificaciones que hace del Gobierno Sánchez. Es el Frente Popular, dice.
Nos conduce al caos y a la tiranía. Es un gobierno criminal. Es la antesala de la revolución comunista, cuyo objetivo es romper España. Lo que decía aquella derecha en 1936.
El añadido, novedoso y chusco, es que Abascal acusa a Sánchez de vivir en otro siglo. Y lo hace después de recitar estas palabras y conceptos que están transcritos al pie de la letra de los pronunciados hace 85 años, en el siglo pasado.
¿Se reconoce el Partido Popular de Casado en aquella derecha? El largo y esforzado viaje emprendido por su formación desde Manuel Fraga hasta nuestros días, ¿puede concluir regresando a aquella CEDA con sus espesas adherencias carpetovetónicas y filofascistas? Evidentemente, no.
Alianza Popular y el PP persiguieron siempre lo contrario: homologarse en Europa y ahí ha estado. Y ahí está su sitio, que ha sido clave en la consolidación y modernización de nuestra democracia, a pesar de sus vaivenes y sus titubeos a la búsqueda perpetua del centro.
Las dudas de Casado son en sí mismas una muy mala señal. Quiere decir que considera a los tacticismos de coyuntura sopesables con la identidad de su partido: Hubiera debido dejar claro su no desde el día mismo en que se anunció la moción. A estas alturas queda descolocado haga lo que haga. Vox se ha hecho un gran spot publicitario a sus expensas y el gobierno de coalición ha reagrupado la mayoría de la investidura y hoy es más fuerte.
Casado sí tiene razón en una cosa: dijo que la moción de censura era una tomadura de pelo. Y así ha sido. Le ha tomado el pelo a él.