Inoportunos e inútiles
"Vivimos en el imperio de la imagen y verle vestido de submarinista y rodeado de cámaras, no creo que en este momento -justo en este momento- le haga ningún bien", la opinión de Carles Francino
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Madrid
Igual es porque lo llevamos en la sangre, o tal vez ocurre en todas partes y aquí nos consideramos especiales… Sea como sea, a los españoles nos cuesta muy poco encontrar motivos para pelearnos, para discutir, para hacer bandos. Y en este tiempo tan complicado de la pandemia, tal vez a rebufo de la bronca diaria que nos regalan los políticos, hay una figura, un personaje que no sólo no deja indiferente a nadie, sino que propicia el debate extremo, el enconamiento. No es culpa suya, pero es así.
Estoy hablando de Fernando Simón. Ángel o demonio. O le quieres y le respetas por su trabajo; o le detestas y le insultas. No hay término medio. Algunos de sus detractores le han llamado de todo: inútil, farsante, mentiroso, borracho, comunista de mierda, sicópata… Yo he de confesar que milito en el otro bando y algún día -si pudiera- le daría a Fernando Simón un abrazo por lo que ha currado por todos nosotros y por lo que ha tenido que aguantar. Aunque haya cometido errores.
Pero justamente por eso, por el respeto a su trabajo y la rabia que me da que le crujan de esa manera, justamente por eso no puedo entender que esté grabando un programa de televisión, un programa de aventuras. Comprendo que tenga que descansar, que coja vacaciones -¡faltaría más!- pero creo que alguien le ha aconsejado mal. Porque vivimos en el imperio de la imagen y verle vestido de submarinista y rodeado de cámaras, no creo que en este momento -justo en este momento- le haga ningún bien. Es un éxito para Jesús Calleja sin duda, que es un tipo muy simpático y muy tenaz, y que hace un programa muy chulo; pero a los odiadores de Fernando Simón, a los simonófobos les da carnaza.
En fin, sólo espero que este episodio, para mí menor, en cualquier caso, no distraiga la atención sobre lo importante, que es el espectáculo tan nefasto como peligroso que estamos viviendo en Madrid. Es posible que Fernando Simón no haya tenido el don de la oportunidad, pero el gobierno madrileño se está doctorando en inutilidad. Y eso sí que es grave.
