Mudo en la crisis
El líder de la oposición tronaba y truena cada día con palabras gruesas contra sus adversarios políticos y para describir la situación del país. Hasta que esta semana ha enmudecido de repente.
Madrid
Pablo Casado no dudó en hablar de dictadura constitucional cuando este país se asomaba los desconocido de una pandemia que metió el miedo en nuestras vidas y aún no nos lo hemos sacado. Dictadura constitucional. Nada menos. El líder de la oposición tronaba y truena cada día con palabras gruesas contra sus adversarios políticos y para describir la situación del país. Hasta que esta semana ha enmudecido de repente. Hoy, sin ir más lejos, ha innovado la comunicación política al extremo de presentarse en un acto sin previo aviso a nadie y enviar luego unas declaraciones enlatadas los medios. Huyendo literalmente de los periodistas. Y esta es la hora en la que sus únicas palabras sobre el caso Kitchen, la operación con dinero público y funcionarios públicos para supuestamente impedir que la justicia investigara la caja b del PP, su únicas palabras han sido, que él era diputado por Ávila. Y vicesecretario de comunicación del partido, puesto ahí, en ese cargo, por quienes presuntamente ordenaron la operación ilegal. Y Casado huyendo, ni una palabra para defender a su partido o para crear una cortafuego. Nada.
Algún gurú de la comunicación debería decirle que el tamaño de un líder se mide en las crisis externas y en las internas.