Esa tropa del PP
Relegados al olvido de los trastos viejos, nombres como Cospedal, Fernández Díaz o Lamela, siempre vuelven, rebozados en la ignominia, para amargarnos el desayuno
Madrid
Hay personajes viscosos en la sucia historia del PP de los que nunca logramos liberarnos. Relegados al olvido de los trastos viejos, nombres como Cospedal, Fernández Díaz o Lamela, siempre vuelven, rebozados en la ignominia, para amargarnos el desayuno. Hablaremos de los grandes, pero hoy caza menor, Manuel Lamela, para que no se escape.
Más información
Ultracatólico, ultrarreaccionario, ultraliberal, o sea, un ultra esférico, fue consejero de Sanidad de la inefable Esperanza Aguirre durante cinco años. Le pagamos su sueldo entonces para que regalara la sanidad pública a la voraz iniciativa privada. Todavía hoy sufrimos aquellos desmanes, multiplicados por sus sucesores.
No contento con semejante destrozo, fue el artífice de la atroz campaña contra el doctor Montes, ¿se acuerdan?, a la que se sumó gozoso -¡qué rondalla!- el hoy mano derecha de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, 30.000 euros de multa por llamar nazi al buen médico.
Quiere ahora el portento Lamela pleitear contra el Estado para llevarse a la buchaca unos sacos de cuartos aprovechando la pandemia. ¿Quién paga tarea tan ejemplar? Bingo: la sanidad privada. Para llorar.