Unidad, ¿para qué?
Queremos que el presidente del Gobierno, que para eso es el que manda, ponga encima de la mesa una serie de propuestas, políticas, económicas, sociales y hasta sanitarias, y que de esos naipes la oposición elija dos o tres para llegar a mínimos acuerdos que salven los deseados Presupuestos
Madrid
No, no es cierto que los españoles pidan unidad a sus líderes políticos. Se trata de un magnífico ejemplo de cómo una pretendida solución para un problema lo que hace en realidad es impedir resolverlo.
¿Cómo puede alguien con sentido común pedir al pimpollo Casado que acepte ir unido con Pedro Sánchez, por no citar a la bicha Pablo Iglesias, en una política común? Dejémonos de grandes palabras y altisonantes proclamas, que la vida viaja a ras de suelo.
Lo que sí pretendemos los ciudadanos es otra cosa. Queremos que el presidente del Gobierno, que para eso es el que manda, ponga encima de la mesa una serie de propuestas, políticas, económicas, sociales y hasta sanitarias, y que de esos naipes la oposición elija dos o tres para llegar a mínimos acuerdos que salven los deseados Presupuestos.
Parece poca cosa, pero es a lo máximo a lo que podemos aspirar los mortales. Lo que sea para salir del atolladero. ¿Desunidos? Pues claro, conviene no equivocarse y recordar, siempre, siempre, dónde está la izquierda y dónde la derecha.