El Granada no pierde el tren a Europa

A pesar de un arreón de vergüenza torera durante la segunda mitad que permitió la remontada gracias a los goles de Manu Vallejo y Gonçalo Guedes, el Valencia acabó empatando (2-2) en el Nuevo Los Cármenes y sigue su alejamiento progresivo de la zona que da derecho a disputar la próxima edición de la Europa League.

La tónica del equipo -ahora dirigido por Voro- durante la reanudación posterior al confinamiento es dramática. Una victoria en siete partidos. Dos empates y cuatro derrotas muy dolorosas que van a tener consecuencias tremendamente negativas a nivel deportivo y societario si el grupo no conquista -como mínimo- la séptima plaza de la clasificación.

A diferencia de lo ocurrido en La Cerámica, el Valencia quiso. La reacción tras encajar el 1-0 a la hora de partido denota que el vestuario está con su entrenador y, de momento, no va a dejarse ir. Pero una plantilla con un coste de 165 millones de euros no puede conformarse con cumplir el expediente. La exigencia es otra. O debería, vaya.

El Granada fue netamente superior y no se llevó los tres puntos por las excelentes intervenciones de Jasper Cillessen, posiblemente el jugador más entonado del murciélago tras el parón. Otros, como Parejo o Carlos Soler, siguen a años luz de su mejor versión. Si se enchufan rápido, hay tiempo y calendario para milagros. Esperan Valladolid, Leganés y Espanyol las tres siguientes jornadas.