No ayuda, no

Madrid

No hay un partido que maneje con más soltura el español que Bildu cuando se trata de condenar la violencia. Un pequeño drama es que esa riqueza lingüística se utilice para no usar un solo verbo; un gran drama es que esto se extienda a más partidos que ya utilizan la condena como antesala del ‘pero’.

Históricamente en España las tragedias han comenzado siempre por las adversativas. Bildu domina tanto esta práctica que ya va implícita en el discurso. Ante los ataques con pintura y pasquines a la casa de la socialista Idoia Mendia, Mertxe Aizpurúa, de Bildu, dijo en la Ser que “rechaza” el ataque, y añadió que "no ayuda”. “No ayuda”. Hay cosas que ayudan y cosas que no ayudan. No sabemos a qué no ayuda. Maddalen Iriarte, de Bildu, dice que “no apoya este tipo de iniciativas”. Que nadie se confunda, las dos lo rechazan y con mucha contundencia. Iriarte además ha tenido un gesto bonito porque ha dicho que su partido defiende todos los derechos de todas las personas, y eso incluye a Idioia Mendia. En esos mínimos trabajamos.

Bildu quiere integrarse en una dinámica de pactos antes de integrarse en una dinámica democrática, y lo que hace no es retratarse a sí mismo sino a quienes los integran, el Gobierno, con los mínimos que no dicta el Gobierno, sino Bildu.