No siempre fue seguro manifestarse
El 1 de mayo es el Día del Trabajador por unos hechos que tuvieron lugar en Chicago en 1886, cuando una manifestación a favor de la jornada de ocho horas acabó con unos incidentes que provocaron cuatro ejecuciones y un suicidio
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No siempre fue fácil manifestarse
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Madrid
Pero hoy vamos a recordar cómo la celebración de ese día ha llevado, a su vez, a otros días trágicos en el mundo obrero. En concreto, vamos a recordar lo que sucedió el 1 de mayo de 1909 en Buenos Aires.
En la plaza Lorea de la capital argentina se habían reunido unas 1500 personas en una manifestación anarquista. Era una convocatoria pacífica, y entre los asistentes había mujeres y niños. Cuando la concentración ya se había empezado a dispersar, los asistentes fueron atacados por un batallón de policías a caballo, que dispararon contra la multitud desarmada. Después de unos momentos de confusión, la gente huyó por las calles laterales, excepto 14 personas que murieron allí mismo y unas cuantas decenas que resultaron heridas.
Por si esto fuera poco, el jefe de policía Ramón Falcón ordenó el cierre de los locales sindicales y arrestó a varios de los líderes anarquistas de la ciudad. Además, se dio instrucciones a los medios de comunicación para que dijesen que todo había sido fruto de un complot urdido por rusos y masones.
Los sindicatos respondieron con una huelga general, y después de una semana consiguieron doblegar al gobierno, que liberó a los detenidos. Se dio por acabada la conocida en Argentina como Semana Roja, que tuvo otra secuela más tarde ese mismo año: un anarquista asesinó en noviembre a Falcón, culpable de la masacre.