No estamos para chorradas
"A ver si de verdad todos se ponen las pilas, todos, y consiguen que además del miedo, la incertidumbre y la tensión que genera esta pandemia, no tengamos que ocuparnos también de sus chorradas y sus batallitas", la opinión de Carles Francino
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Madrid
Bienvenidos un día más a esta ‘Ventana de la resistencia y el confinamiento’. En el inicio de la sexta semana de esta experiencia tan bestia como inesperada, tan dramática como sorprendente, hoy tenemos -o yo al menos me agarro a ello- un puntito de luz al alcance de la mano: los niños. Los niños ya saben que podrán empezar a salir de casa a partir del próximo lunes y eso va a representar un respiro, todo lo modesto que se quiera, para millones de familias.
Y dentro de la incertidumbre que provoca esta pandemia, qué duda cabe que ese movimiento va a suponer también una tabla de experimento, de prueba-error, igual que lo está siendo la vuelta a la actividad de algunos sectores económicos. Y de momento, toquemos madera, la verdad es que de momento los resultados no están mal del todo. Dicho esto, en el contexto de una realidad terrible donde los muertos se siguen contando cada día por centenares. Y donde, ¡ojalá!, no tuviéramos -a veces- la sensación de que esos muertos son un arma arrojadiza para la disputa política.
Yo -lo he dicho más de una vez en esta larga y triste cuarentena- yo, personalmente, procuro no meterme mucho en este terreno tan embarrado si no es estrictamente necesario, pero ya que la semana ha comenzado con esa reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado que parece, parece, que no ha ido del todo mal… A ver si de verdad todos se ponen las pilas, todos, y consiguen que además del miedo, la incertidumbre y la tensión que genera esta pandemia, no tengamos que ocuparnos también de sus chorradas y sus batallitas. Sinceramente, es lo último que necesitamos; de verdad.