Cuando cerrar no es una opción: farmacias, kioskos o supermercados velan por la "normalidad"
Kioskeros, cajeras o boticarios son solo algunos de los cientos de trabajadores que estos días velan porque nuestras vidas no pierdan más normalidad
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Cuando cerrar no es una opción: supermercados, farmacias o kioskos velan por la normalidad
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Madrid
Desde el primer día de confinamiento la gente se asoma a sus balcones para aplaudir a todos los trabajadores sanitarios que luchan con esfuerzo y dedicación para paliar los efectos del coronavirus en los infectados. Desde médicos hasta enfermeros pasando por personal de administración, celadores o técnicos de laboratorio y muchos más.
Pero como se ha recalcado también desde el primer día, hay otros muchos sectores que trabajan a destajo para que la vida de la gente que se queda en sus casas sea la más normal posible. Desde cajeras de supermercado, hasta farmacéuticos que mantienen sus farmacias abiertas o kioskeros que venden la prensa cada día rigurosamente.
En 'Hoy por Hoy' hemos hablado, por ejemplo, con Almudena, una cajera de supermercado que reconoce que "hay gente que baja todos los días a comprar y gente que baja una o dos veces a la semana". Una situación que también ve con pena Andrés, un boticario en una farmacia en un pueblo de Tenerife. "Hay un vecino que vino pidiendo cajas de caramelos un día, al dia siguiente pasta de dientes, al otro otra cosa. Es frustrante", indica.
Una situación más difícil es la que vive Manuel, kioskero en la Gran Vía madrileña,, y que ve como las ventas han caído estrepitosamente. "Llevo desde las 7:30 aquí y no he vendido absolutamente nada", cuenta Manuel a las diez y poco de la mañana. Pero no desiste y defiende que es "un servicio" y que seguirá abierto vayan las personas que vayan: "Si vienen dos personas, atiendo a esas dos personas".
Andrés, el boticario canario, coincide en que las mascarillas y los geles se agotaron antes de que se decratara el estado de alarma y reconoce que en el caso de los termómetros, que llegan también a "cuenta-gotas" como los guantes, los están tratando de administrar y entregárselo a pacientes que llegan con síntomas visibles de estar sufriendo coronavirus para que se controlen la temperatura.
Por último, señala Almudena que "las estanterías no se ven llenas esde que ocurrió esta fiebre", aunque indica que la obsesión por el papel higiénico ha disminuido considerablemente y que lo que ha aumentado estos días han sido las ventas de cerveza.