La basura se subleva en Zaldibar
El escritor Juan Tallón aporta su particular punto de vista sobre la basura y reflexiona sobre la gestión del vertedero de Zaldibar, que se derrumbó a principios de febrero
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La basura se subleva en Zaldibar
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Galicia
De vez en cuando la basura se revela. Algunos días lo hace como en Zaldibar, sepultando a dos trabajadores y obligando a miles de familias a no salir de sus casas y a mantener las ventanas cerradas, aburriéndose mortalmente, quizá empezando a divorciarse. Y, más a menudo, la basura protesta goteando por un agujerito de la bolsa o tragándose algo de mucho valor. La basura no quiere ser basura. Normal que se subleve, después de todo, está viva. Necesita sentirse importante.
A veces no puede vivir sin decir "esto es un asco", en referencia a lo que la rodea. Tal vez debiéramos empezar por pensar que la basura no es simplemente basura. Pasan los siglos y nadie descubre el destino en el que se sienta a gusto. Pero es peor que eso. Ni siquiera sabemos qué es y qué no es basura fehacientemente. Es demasiado subjetiva. Como en aquella novela de Héctor Abad Faciolince, cuyo protagonista escribía textos que después leía e, insatisfecho, arrojaba a la papelera. Era una porquería. Sin embargo, el vecino de abajo los recogía todos y un día acababa haciendo una novela con ellos. Eran una maravilla.