Dios no ayudó a Carlos I
Tal día como hoy de 1649, el monarca inglés fue ejecutado tras desencadenar una guerra civil
Ejecución del monarca Carlos I / GETTY IMAGES
Puede parece que Isabel II esté teniendo unos meses complicados, con uno de sus nietos renunciando a su título y marchándose a Canadá y uno de sus hijos acusado de estar involucrado en una red de prostitución de menores. Pero se puede consolar echando la vista atrás y viendo que hubo monarcas británicos con un 30 de enero peor que el suyo.
En concreto, podría recordar el 30 de enero de 1649 de Carlos I. Sobre todo, porque ese fue el último día de su vida. Y no es que muriese de anciana edad o de enfermedad. Ni siquiera murió en combate. El 30 de enero Carlos I tuvo el dudoso honor de ser el único monarca inglés en ser ejecutado.
La cosa se le había empezado a torcer a Carlos mucho antes, cuando intentó reducir el poder del Parlamento y acabó precipitando una guerra civil.
Carlos era un tipo tímido e inseguro, pero al mismo tiempo estaba convencido de que el rey solo debía rendir cuentas a Dios, y no a los parlamentos. El Parlamento, evidentemente, lo veía de otra manera, y la escalada de desencuentros desencadenó, en 1642, una guerra abierta entre los partidarios del rey y los del parlamento. La facción favorable al parlamento estaba liderada por Oliver Cromwell, que además era un furibundo puritano.
En 1649, tras siete años de guerra, Carlos estaba preso y su causa derrotada. Cromwell, irónicamente, había recortado las libertades del Parlamento, y, en enero de hace 371 años, decidió que la monarquía también necesitaba unos recortes.
En concreto, entre la cabeza y el cuerpo de Carlos. El día 30 la decisión se hizo efectiva. Inglaterra estuvo sin monarca durante once años, hasta que el hijo de Carlos recuperó la corona.
Cromwell, por cierto, fue desenterrado y decapitado; pero claro, una vez muerto, duele menos.
