El Gobierno ha salido lanzado
Veremos si la omnipresencia de Iván Redondo es factor positivo o factor negativo porque es imposible que sea neutro
Iñaki Gabilondo analiza el nuevo Gobierno. / VÍDEO: BEA POLO
Madrid
El Gobierno ha salido lanzado como un Fórmula 1 al que por fin le encienden el semáforo verde. Sánchez tiene muchas ganas y mucha prisa. En la carta que ha escrito a sus ministros lo primero que le pide es unidad. Claro, ésta es la preocupación básica. Inmediatamente después les pide acción. Acción con resolución y energía, subraya, y sin un minuto que perder.
Sánchez quiere que los ciudadanos no tarden en percibir los efectos de estas actuaciones. Quiere también atropellar a la oposición, obligarles a ir a remolque, arrastrados por su iniciativa, con la lengua fuera.
A la misma intención de llevar la iniciativa se debe el adelanto de los consejos de ministros al martes y marcar así la agenda de la semana. Ahora bien espolear para la acción a un equipo ministerial tan numeroso obliga a hilar muy fino en la política de comunicación. Hay que jerarquizar la difusión de las novedades para que no se agolpen, priorizar, aplazar, meter asuntos en la nevera.
Gestionar protagonismo y gestionar los egos. Y eso que es muy importante en todo bien no exige especial finura en uno de coalición en el cual aún flotan muchas desconfianzas. Va a ser decisivo el papel que juegue Iván Redondo hasta ahora gurú y asesor áulico del presidente y desde ahora todo eso más guardagujas director de orquesta y computadora central.
Va necesitar Iván Redondo una tarjeta de visita tamaño folio para incluir todas las tareas que tiene que coordinar y todos los comités que tiene que dirigir; incluyendo un encargo muy bien apuntado por cierto pensar por encima del corto plazo en la España de dentro de 30 años elaborando un estudio estratégico con expertos de la sociedad civil
Veremos si la omnipresencia de Iván Redondo es factor positivo o factor negativo porque es imposible que sea neutro. Como si todos estos años con los motores retenidos a medio gas no solo hubieran acumulado asuntos pendientes sino también impaciencias, Sánchez ha salido embalado y ya conocemos su determinación.
