'El reflejo de Sibyl', un sofisticado juego de espejos
La directora francesa Justine Triet propone en su tercer film un sofisticado juego de espejos entre una psicóloga y una actriz
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Karma Films
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Madrid
Dice Justine Triet que, cuando comenzó a escribir el guion de El reflejo Sibyl, había una película que constantemente le venía a la cabeza. Era Otra mujer de Woody Allen. En el largometraje del director neoyorquino veíamos a una mujer que buscaba la calma y la inspiración frente a otra que le abocaba a un vertiginoso abismo. El reflejo de Sibyl también habla de la creatividad desde el caos. “Sibyl crea desde el caos. Para ella la creación llama al deseo, el deseo llama al alcohol, a la pasión y a los recuerdos y no puede permanecer indiferente ante todo lo que le sucede. Y es muy interesante ver como la creación puede llevar a un lugar que no es precisamente un río tranquilo”, explica.
La protagonista de la película es una psicóloga que decide retirarse una temporada para escribir una novela, pero justo cuando comienza a teclear las primeras palabras del libro recibe la angustiosa llamada de Margot, una conocida actriz que tiene que tomar una difícil decisión: abortar o seguir con su embarazo. Sibyl, además de aconsejarla, va a convertir a esa angustiada actriz en uno de los personajes de su libro. “Lo que hace Sibyl es totalmente inmoral, pero es lo que me interesa del personaje, es decir, que se comporte de una forma poco realista y muy extrema. Ahí está el interés de la película”, afirma la directora francesa.
El reflejo de Sibyl habla de la maternidad, la vida en pareja, la crisis de la mediana edad. Según Justine Triet las distintas mujeres que aparecen en su largometraje tienen muchas cosas en común. “Para mí es como si fueran el mismo personaje, pero en momentos vitales distintos. Margot está en un momento de urgencia. Tiene que hacer una elección muy difícil y la película está escrita centrada en la decisión que debe tomar, si debe abortar o no. Sibyl está en otro momento vital porque hizo la misma elección diez años antes y decidió tener a su hijo. Yo creo que es como si convergieran desde épocas distintas”, explica la realizadora.
El reflejo de Sibyl está protagonizada por Virginie Efira y por Adèle Exarchopoulos, a la que vimos en La vida de Adèle. El film tiene momentos divertidos, casi cómicos. “Yo tengo una gran facilidad para escribir comedias, pero esta película tenía que contarla como un melodrama. Lo que pasa es que no puedo caer en contradicción conmigo misma y no podía excluir el humor, pero el fondo de la película es muy dramática. La mezcla de géneros me gusta como espectadora y surge en mi escritura de forma casi inconsciente”, dice.
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En el film vemos efectivamente a mujeres angustiadas, que sufren, pero que tienen que convivir con sus dudas, sus recuerdos del pasado, con la incertidumbre del futuro mientras siguen en pie y trabajando. Todas ellas se ven reflejadas, unas en las otras, como si fueran distintos espejos. “La película es una especie de interrogatorio sobre uno mismo”, sentencia la directora.
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Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...