La España olvidada
Madrid
A veces una historia vale más que mil discursos. Bueno, a veces no, casi siempre. Porque los discursos pueden ser castillos en el aire, pero las historias maman de la realidad. Pura y dura. Ahí va una de esas historias en forma de hilo de Twitter.
“¿Qué es la España vaciada? Un ejemplo doloroso: mi abuelo, en silla de ruedas, 80 años, enfermo de cáncer, lleva un mes con radioterapia. Cada día hace 130 kilómetros, ida y vuelta para su sesión diaria. Cuando ningún familiar podemos llevarle a Zamora, le toca llamar a la ambulancia. Una única ambulancia que hace múltiples paradas para recoger a otros enfermos en varios pueblos. El trayecto de 40 minutos se prolonga a las 2 horas. Sólo ida. Dos horas más de vuelta. Y más… porque en el último mes la máquina de radioterapia del hospital de Zamora se ha estropeado dos veces. Resultado: hoy mi abuelo lleva ocho días sin su sesión diaria de radioterapia. Ocho días. Como él, decenas de enfermos. Y no pasa nada porque a nadie le importan Zamora o Benavente”.
¿A que pocos discursos pueden compararse con esto? ¿Y saben por qué? Porque las historias cuentan lo que hay. Ni más. Ni menos.