Menos ideología y más camas
En el laboratorio de Madrid, la derechita cobarde vive todos los días acogotada por los matones de la extrema derecha, que aquí ni tenemos violencia de género ni esas cosas de progres
Madrid
Lo peor de estos tiempos de indefinición y gobiernos en funciones es comprobar cómo se expande la confusión entre la ciudadanía, que en su inmensa mayoría no tiene tiempo ni ganas de comparar lo que dicen que van a hacer nuestros políticos y lo que en verdad hacen.
¿Qué tal, entonces, si los juzgamos por los hechos, y no por la verborrea demagógica que fabrican las maquinarias de los partidos, en muchos casos indistinguible la de unos de la de otros?
Veamos por ejemplo qué pasa en el laboratorio de Madrid, crisol de las tres derechas, una y trino, donde la derechita cobarde vive todos los días acogotada por los matones de la extrema derecha, que aquí ni tenemos violencia de género ni esas cosas de progres.
Hay madres con sus hijos en brazos, demandantes de asilo, que viven y duermen en la calle, con estas temperaturas, mientras la alcaldía de Madrid –tan liberal- presiona al gobierno central para que solucione la papeleta. ¿Qué ocurriría si nos dejamos de proclamas ideológicas y nos ponemos a buscar camas?