¿Cómo se desbloquea la situación?

Madrid

Ya pasó el debate. Habíamos puesto en él todas nuestras esperanzas después de los debates de la pasada y reciente campaña, dicen que entonces influyó en el voto de un 7% de la población. Ayer puede que influyera menos, algo debe pesar el cansancio y no solo el de los electores, los cinco candidatos también parecían algo hastiados de tener que volver a decirse lo mismo. Si alguien lo esperaba, no hubo ningún guiño a los electores, reconociendo cada uno su responsabilidad en el bloqueo, aunque claro, tampoco dieron pistas claras de cómo se desbloquea más allá de lo obvio: la derecha, si suma, pactará sin problemas. Hay precedentes de ello.

Quizá la clave la encontremos si dejamos de hacer una lectura por bloques. Y Pedro Sánchez dio en la tecla, su distanciamiento con quien fue su socio preferente fue evidente y su acercamiento, sobre todo en el tema mollar de Cataluña a posiciones más centradas, cuando no más cercanas a la derecha, ayudó a romper en algo los esquemas con los que nos hemos movido desde las elecciones anteriores. El endurecimiento de sus propuestas para Cataluña le alejan de Pablo Iglesias que no se cansó en lanzarle guiños a Sánchez, sin que éste recogiera ninguno.

Y así pasó el debate: todos contra Sánchez, Pablo Iglesias solo, Casado y Rivera peleando por la derecha y Abascal, atención a Abascal: el líder de Vox vistió con las mejores formas un peligroso discurso de ultraderecha que, como el jarabe con azúcar, se traga sin nausea. El domingo elecciones, no habrá otra oportunidad de confrontar las ideas de los candidatos y es más que probable que vayamos a votar cómo piensan los cinco candidatos desbloquear la situación porque ayer no quisieron explicarlo.