Paloma Llaneza sobre el estudio que el INE hará con datos de nuestros móviles: "Se acerca más a la figura de una ocurrencia que de la mala fe"
La abogada asegura que existe el riesgo de que se reidentifiquen los datos a pesar de ser anónimos porque el concepto "anónimo" ha cambiado con el avance tecnológico
¿Hasta que punto son anónimos los datos de nuestros teléfonos que va a comprar el INE?
10:17
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Madrid
Este martes EL PAÍS publicaba que el Instituto Nacional de Estadística seguirá la pista de los móviles en toda España durante ocho días, los cuatro primeros en noviembre, para realizar un estudio sobre movilidad. Hoy sabemos, además, que la transferencia de esos datos por parte de las operadoras telefónicas costará medio millón de euros.
Hemos querido consultar a Paloma Llaneza que es abogada, auditora de sistemas y consultora de seguridad sobre este asunto y si corre algún riesgo la privacidad de los ciudadanos por este estudio.
“Nos enfrentamos a una situación que se va a producir y sobre la que debemos de alertarnos y tomar medidas”, explica Paloma sobre el cambio que ha supuesto la tecnología en lo que entendemos por datos anónimos; y es que Llaneza explica que es un concepto del pasado cuando no había capacidad de analizar grandes magnitudes de datos como en la actualidad. Y es que Llaneza explica que en la actualidad “la tecnología es tan potente y tiene tal capacidad de análisis” que es posible la reidentificación de datos anónimos si se cruzan con otros datos.
De momento tan solo se conoce la información que ha publicado el diario ‘El País’ y un comunicado del INE que de momento no quiere dar más explicaciones; por lo que se desconoce exactamente qué tipo de datos tendrán. Serán anónimos, sí, pero si son individuales existe la capacidad de re identificarlos. Las operadoras de telefonía venden sus datos que en el sentido estricto son anónimos y que el INE y cualquier otro organismo o empresa puede comprar sin estar sujetos a la ley de protección de datos, cuenta Llanera.
La abogada ha explicado de qué dos posibles maneras puede el Instituto Nacional de Estadística recibir estos datos: “Imaginemos en un espacio a 5.000 teléfonos. Lo que decimos es que un 20% se mueven a un sitio y otro 25 a otro. Eso es una desagregación, no eres capaz de trazar a cada uno de los teléfonos individualmente. Otra cosa es si tengo 5.000 números y los sigo uno a uno”. Y es que hay un estudio- cuenta Llanera- que asegura que con 15 datos demográficos anónimos se puede reidentificar al 99% de la población de Estados Unidos; y precisamente el INE es la institución que cuanta con una gran cantidad de datos demográficos de la población.
Llaneza asegura que -por lo menos- es necesario que forme parte del debate público, “no podemos dejar pasar esta situación de manera inadvertida”; y ella, personalmente, está en contra de que el INE compre todos estos datos: “No quiero aceptar que por el hecho de que seamos poco cuidadosos con los datos que damos genere un precedente en cuanto a que las administraciones publicas puedan hacer un uso de los datos”.
“Creo que, si la afectación de la intimidad de los ciudadanos es alta -es decir- si un ente público puede saber dónde están sus ciudadanos en tiempo real, aunque sean ocho días, es un riesgo que yo personalmente no quiero vivir”, cree Llaneza que -al menos- “es un mal precedente”.
Además, Llaneza ha explicado que no debería haber un problema de seguridad; que de alguna forma se pudiesen firmar estos datos y se perdiera el anonimato, sino que lo preocupantes es el tratamiento que se haga después de estos datos. Añade que está convencida de que no hay ninguna mala intención por parte del INE: “Han pensado que para qué trabajar sacando estadísticas de AENA o RENFE. Se acerca más a la figura de una ocurrencia que de la mala fe”.
Paloma Llaneza incide en la importancia de abrir el debate teniendo en cuenta que “nos enfrentamos a un nuevo paradigma sobre qué son los datos anónimos”.