Un país sin metáforas
Estudian si sacar a Franco en helicóptero del Valle de los Caídos y sería entonces verdad, pero verdad textual, que Franco sobrevuela la campaña electoral. Lo que nos faltaba en esta época de tensión política era eso: quedarnos sin metáforas y que todo lo que se dice se cumpliera en realidad
Madrid
Estudian si sacar a Franco en helicóptero del Valle de los Caídos y sería entonces verdad, pero verdad textual, que Franco sobrevuela la campaña electoral. Lo que nos faltaba en esta época de tensión política era eso: quedarnos sin metáforas y que todo lo que se dice se cumpliera en realidad. Sería una faena porque todos los que dicen que van al centro, ¿a dónde irían exactamente? Igual por eso hay quien tiene claro que no quiere ir.
Los discursos fueron sustituidos por tuits, se esfumó la ironía y ya solo quedaban las metáforas. Pues tampoco. Está todo a la vista, como se percibió cuando, en el parlament, Cayetana Álvarez de Toledo le soltó a Miquel Iceta: "Volved a la Constitución". Tampoco era metafórico: para el PP, el socialista es un partido fuera de la Constitución.
En cuanto fracasó la moción de censura, los independentistas se pusieron a aplaudir a Torra, dando la espalda a Ciudadanos. Y en Ciudadanos aplaudían a Lorena Roldán, como si hubiera ganado. Todo eran aplausos triunfales, de lo que se deduce que todos tenían algo que celebrar. Allí estaban: dos realidades juntas que se daban la espalda. Tampoco eso era un recurso retórico: es la foto de lo que hay.
Será eso, pues, que ya no hay tiempo para metáforas: Errejón tiene la primera crisis antes de empezar, Sánchez dice en un mitin que subirá las pensiones. En otro mitin anunció que las comunidades recibirán el dinero que les toca. El presidente del CIS pide agrupar el voto en los partidos que puedan gobernar.
No hay tiempo para dobles sentidos y al final hasta les tendremos que agradecer este estilo seco y sin lirismos. No está el país para metáforas: aquí las cosas ya son lo que parecen.