El sexo que esconden un par de lápices
Imagino que cada vez que tengo sexo lo tengo solo por que quiero. Que lo tengo con quien quiero.
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Dos lapices de colores. / Getty
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Madrid
Tengo un par de lápices nuevos, preciosos, negros con una mina perfecta. Grafito recio, lo suficientemente blando como para dejar regueritos negros a su trazo. Al sacarles punta, en la cápsula junto a la mina, aparece la bandera del arcoiris. ¡Preciosa!
Estoy como loca con mis lapiceros nuevos. Con ellos escribo en mi diario, en mis apuntes y hasta escrino la lista de la compra. Y mientras, imagino... Imagino quién será quien gusta de que yo tenga estos lapiceros y se empeña en que lleguen a mi vida. Lapiceros… Justo lo único que siempre querré tener a mi lado.
Una de las mejores cosas que sé hacer es imaginar. Me gusta mucho; lo hago desde pequeña. Entonces, imaginaba todas las noches lo que quería que sucediera. Bailar el Lago de los Cisnes en el Teatro de la Casa de la Cultura. Vivir en el garaje de Raúl, el chico que más me gustaba. Veranear con Alicia, mi gran amor infantil. Así que imaginen cuánto he imaginado, ahora que soy mayor y aprendo tanto de sexo, a cuenta de dos lapiceros con los que escribo todo lo que quiero y que puedo lucir con tanto orgullo.
Desde que los tengo no paro.
Imagino que cada vez que tengo sexo lo tengo solo por que quiero. Que lo tengo con quien quiero.
Que dura todo cuanto deseo. Esta fantasía sexual sí que quiero hacerla realidad. Yo hace mucho que me empeñé en que la vida y el sexo fueran magníficos... Contigo dentro.