Luisgé Martín: "Lo privado es también político, hay luchas que no se pueden liderar solas"
El escritor, filólogo y asesor político vuelve con una nueva entrega, 'El mundo feliz', en forma de ensayo
Madrid
"La existencia humana está sobrevalorada con toda una mitología artística e intelectual que hemos ido construyendo para darle sentido a algo que no lo tiene, salvo para los creyentes". Luisgé Martín, escritor, filólogo y asesor político vuelve con una nueva entrega, El mundo feliz, en forma de ensayo. Una apología de la vida falsa en la que el autor ha puesto a disposición del lector su pensamiento.
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El ganador del Premio Ramón Gómez de la Serna de narrativa, el Antonio Machado y el Vargas Llosa de relatos entre otros, propone al lector un ejercicio de cuestionamiento sobre el sentido de la vida. Aquel por el que se ha preguntado desde el inicio de la historia de la filosofía y literatura pero para el que el autor: "no tiene sentido, porque no es nada". A pesar de la apariencia pesimista que arroja sobre la existencia humana, recalca que en el fondo el libro tiene una visión positiva: "Mi vida no es una mierda, la vida en sí lo es"
En ese sentido, para este autor no cabría otra búsqueda que la de la felicidad, entendida como: "El conocimiento en un sentido amplio, no necesariamente erudito es lo que a uno le da un punto de juventud". Rechaza los conceptos de libertad, fraternidad o igualdad por ser "construcciones sociales que analizadas desde lo esencial de la vida humana, pierden todo su sentido: para ser feliz no necesito ser libre, basta con creermelo”.
En El mundo feliz sostiene que vivir una vida falsa, pero confortable, es mejor que una dolorosa. Esta dicotomía entre lo real y lo imaginario hacen que el escritor reflexione sobre el valor que le otorgamos al concepto de autenticidad y la aplicación que tiene en nuestra vida diaria: "Desde mi perspectiva, aunque exagerada, creo que 20 años pudiera existir algo parecido a Matrix. Una realidad virtual y creíble donde uno pudiese elegir las experiencias que quiere vivir...Ahí volvemos a preguntarnos, ¿qués es auténtico? ¿Por qué lo auténtico si te hace infeliz vale más que lo falso, si con eso consigues ser feliz?".
Dice encontrarse en sintonía con aquellos filósofos optimistas, frente a la frecuente tendencia del discurso basado en el futuro distópico: "Estamos mejorando en todos los ámbitos excepto en el medio ambiente". Ve en los avances de la bioteconología y la robótica la posibilidad de "encontrar una sociedad perfecta, ya que el ser humano va a poder cambiar". Desde su postura como filósofo afirma que destruiría la humanidad pero desde su ser político considera que todavía se pueden hacer muchas cosas: "Uno se da cuenta de que lo privado es también político, y hay luchas que no se pueden liderar solas".
Después de publicaciones que han consagrado su carrera como literato entre las que destacan: La mujer de sombra, La misma ciudad, La vida equivocada o El amor del revés... Luisgé Martín vuelve con una propuesta cuyo objetivo ha mantenido en las anteriores: "Que el libro sea de ayuda para quien lo lea. Los libros son espejos, reflejan al lector que lo está leyendo".